El ruido de la lluvia cubrió el sonido de los disparos que arrancaron la vida a Yazmín Heredia, su madre Bonifacia y su hermano Osvaldo, así como de María y otro menor identificado como Víctor, quienes quedaron tendidos boca abajo en medio de un charco de sangre, con el tiro de gracia en la cabeza.
Vecinos de esta humilde vivienda, localizada en la calle Luz Roja de la colonia el Resplandor de Morelia, declararon no haber oído ni visto nada la noche del 15 de junio del 2022, pero las cámaras de seguridad captaron a Rodrigo N, el esposo de la joven y a otros 2 hombres llegar en un Honda Civic Gris e ingresar al lugar.
Hacía 3 meses que Yazmín, de 20 años de edad, estaba separada de Rodrigo, quien ejercía violencia física y psicológica en su contra y al día siguiente, acudiría hasta Apatzingán, para reclamar al hijo de ambos, pero todo terminó esa noche.
La joven solo estudió la primaria y había trabajado como empleada en algunas “tienditas”, cuando conoció a su novio, entonces policía estatal, con quien decidió casarse a los tres años de conocerse.
Entrevistado en su casa, Jorge Heredia, el padre de Yazmín, relata que conoció a Rodrigo hasta que decidieron casarse; la joven y su hermano Osvaldo no vivían con él; eran hijos de Bonifacia, su primera esposa.
Recuerda que por sus hijos más pequeños -un hombre y una mujer- supo que Yazmín era víctima de violencia.
“Hasta que mi hija comenzó a platicarnos de que él la trataba mal, física y verbalmente, creo que sí llegó a golpearla, no sé si a golpes grandes, porque nunca la vi golpeada”.
La violencia que ejercía Rodrigo contra Yazmín había generado que se separaran en reiteradas ocasiones; la última vez el hombre había sacado a la joven de la casa donde vivían, ya que estaba molesto por una llamada que recibió, y se quedó con el niño.
Como ciudadana con doble nacionalidad, ella presentó denuncia penal y acudió ante la embajada estadounidense, con lo que obtuvo una orden judicial, con la que acudiría por segunda ocasión a Apatzingán -de donde era originario Rodrigo-, sin embargo, fue asesinada en la víspera de trasladarse de nuevo para recuperar a su hijo.
“Un día fue a Apatzingán, porque se lo llevaron para allá, él es de Apatzingán, y ya iban con un papel de la Fiscalía, pero no encontraron al niño ni a Rodrigo, pasaron 15 días e iban con otro papel para recuperar al niño, ella iba a ir un jueves 16 y un día antes la mataron”.
El hallazgo de los cuerpos ocurrió horas después de cometido el crimen, cuando la hermana menor de Yazmín llegó a la vivienda cerca de las 7:00 de la mañana del 16 de junio y descubrió los cuerpos.
La llamada la recibió la actual esposa de Jorge, a quien la niña de 12 años edad le informó que las 5 personas estaban golpeadas al interior de la casa.
La casa era propiedad de Bonifacia, a donde su hijo menor y su amigo acudía con frecuencia a la casa, para jugar playstation. Las mujeres habían quedado en la cocina, aún con el café servido e intacto sobre la mesa. Ahí los encontró a todos con el tiro de gracia.
“Entramos a ver qué era lo que pasaba y entramos al cuarto y vemos los 3 cuerpos tirados de los niños, de mi hija y de los 2 menores, y regresamos a la cocina, que son dos cuartos separados y vemos el cuerpo tirado de mi exmujer y de una tía de los niños, ex cuñada de mi exmujer, Bonifacia campos”.
Además de las heridas por arma de fuego, Yazmín presentaba un golpe fuerte en la nariz y su madre Bonifacia también estaba golpeada, lo que Jorge atribuye a que el esposo de su “hija” le tenía mucho coraje”, ya que con su respaldo la joven “tomaba valor” para defenderse de sus agresiones.
“Como esa noche llovió prácticamente toda la noche los vecinos supuestamente no escucharon, nadie se quiere meter en problemas, lo único que sabemos es que hay videos de que llegó el carro del esposo de esta persona, de Rodrigo, llegó el carro, no duró ni cinco minutos e hicieron lo que hicieron y se escaparon”.
El entonces policía fue detenido al día siguiente, cuando fue a presentar su declaración y asegurar que se encontraba en Apatzingán, pero le encontraron rastros de sangre de uno de los menores en el calzado y otros indicios que lo involucraron en el crimen.
“Al siguiente día, él se vino a presentar como a declarar que él estaba en Apatzingán, pero no contaba con que le iban a quitar su celular y le iban a encontrar algunas fotos del carro todo enlodado, sin placas; la Fiscalía fue a Apatzingán y no encontró el carro”.
En las investigaciones, se descartó que el asesinato tuviera relación con el testimonio que aportaría Bonifacia en el juicio oral por el feminicidio de la enfermera Xitlali Elizabeth Ballesteros Heredia, ya que la mujer aportaría su testimonio a favor de una sus asesinas, Laura Angélica N., quien había manifestado temor de la otra sentenciada por el crimen Estephani N.
Jorge describe a su hija Yazmín, como una mujer “alegre y que se daba a querer con la gente”, aunque tenía más cercanía con el otro menor asesinado, Osvaldo, quien trabajaba con él en un negocio de Marmol y Granito, que dejó caer, ya sin ninguna fortaleza para salir adelante.
“Para mí entre los hijos no hay favoritos, sí me hablaba de vez en cuando. El otro de 16 sí, me ayudaba en todo. Yo tenía un negocio de mármol y granito y desde entonces no me he podido levantar”.
Sin ninguna orden judicial que les otorgue ese derecho, el hijo de Yazmín sigue con la familia de su exesposo, que no permite que lo vean la familia de su madre, que en este momento lo que exige es justicia por su feminicidio, el homicidio de las 2 mujeres y el asesinato de los menores.
El hombre, se dice tranquilo y sin miedo, al considerar que el crimen fue producto de los problemas que tenía la pareja y que como papá lo más difícil es sanar.
“Es sanar, sanar lo que vivió uno, lo que vio uno, sanar es lo más difícil”.
El 23 de agosto inició el juicio oral contra Rodrigo por el asesinato, aunque no han sido identificadas las otras 2 personas que ingresaron a la vivienda la noche del multihomicidio y que habrían participado en el asesinato de las 5 personas.
Solo Jorge se ha presentado en el juicio, al igual que los padres del otro menor asesinado; pero en el caso de la otra mujer asesinada, pidieron asilo político y se fueron “ante el temor de las represalias”.
La Fiscalía General del Estado pidió una pena de 150 años contra Rodrigo, 50 años por el feminicidio de Yazmín y 25 por el asesinado de cada una de las 4 personas restantes.
