Al momento dos cosas quedan claras, los elementos de veracidad señalan contundentemente que los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel fueron muy corruptos, y dos, no habrá rendición de cuentas, son parte del poder y uno de ellos se apellida Cárdenas.
Cruda realidad, que se ha ido acentuando en muchos territorios de nuestro país: la del reclutamiento de menores o jóvenes en las filas de la delincuencia. Michoacán no es la excepción.
Los mexicanos merecemos relaciones de colaboración entre lo público y lo privado, no de rivalidad; en el antagonismo, hay pocos vencedores y muchos vencidos. En la cooperación, todos ganamos y florecemos.
El Presidente de México, ha demostrado ser un mentiroso en su función presidencial y, el peligro de esto, es que están de por medio casi 130 millones de mexicanos a los que impacta con sus decisiones.
La restructuración sería por casi 20 mil millones de pesos que se tienen como deuda pública, contratados en 15 créditos distintos, y consistiría en negociar el pago a un plazo mayor que el originalmente signado, con el fin de liberar recursos para que el gobierno consiga viabilidad financiera.
Ni hablar, López Obrador y varios integrantes de su gabinete siguen dando atole con el dedo, prometen y no cumplen; lo más grave es que le mienten y atropellan a un gobernador que recién llega y no se ha cansado de presumir los recursos extraordinarios que presuntamente mandaría la Federación.