Considerando que Michoacán es hoy el segundo estado con más homicidios dolosos en el país y que las autoridades han reconocido la presencia de al menos una decena de bandas criminales peleando entre sí, en alguna de sus etapas la ofensiva gubernamental tendrá que dirigirse hacia los delincuentes disfrazados de grupos de autodefensa, que aún prevalecen en la entidad. No hacerlo, hará que el esfuerzo para evitar episodios de violencia sea parcial, por no decir casi simbólico. Y esa tarea no se antoja nada sencilla.
El Reglamento de Construcción obliga a quien construye un centro comercial, o incluso un local o establecimiento comercial o de servicios, a considerar espacio para el estacionamiento de los autos de sus potenciales cliente.
Pero este evento nos habla mucho de como trabaja el presidente, y de que siempre habrá de defender sus “Dos Bocas”, una es con la que promete los cambios, la transformación, y la otra, que es la que duele, es con la que niega la realidad, la que tiene otros datos y es capaz de defenderla, aunque él mismo sepa que está equivocado.
Mientras no desarme a los grupos delincuenciales que asesinan por negocio o mientras no quite las armas a los que roban con violencia, lo único que hará es darle atole con el dedo a los michoacanos.
Llevar a cabo elecciones de autoridades auxiliares municipales con todos los extremos de la integridad electoral, tiene directamente un costo que la mayoría de los ayuntamientos del país tendrían problemas para costearlo, en un proceso de forma separada, a un proceso electoral.
Llama poderosamente la atención el hecho de que, en lo que podría ser otra sorprendente pifia, Adán Augusto haya encumbrado, pública y abiertamente, al ausente maestro normalista durante el festejo del sábado. Un festejo que contó con el desaire del profe, quien optó por hacer un evento paralelo con las estructuras de Morena afines a su causa.