Frente al avión Boeing 787-Dreamliner que se adquirió durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa, pero se utilizó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, reiteró su compromiso de no abordar nunca la aeronave y lo consideró “ejemplo de los excesos que se cometieron”, en otros gobiernos.
Durante la “mañanera” que se realizó este lunes en la base aérea militar de la Ciudad de México, calculó que se terminarían de pagar por el avión cerca de 7 mil millones de pesos, que fue el costo del financiamiento, además del gasto en viajes.
“Nada más el costo del mantenimiento de viajes al año significa pues alrededor de 150 millones de pesos; este hangar costó casi 1 mil millones de pesos para guardar el avión, casi 1 mil millones”.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval Flores precisó que el costo del contrato de arrendamiento financiero que hicieron BANOBRAS y SEDENA en 2012 por un plazo de 15 años, fue de 6 mil 94 millones de pesos y a la fecha se han pagado 8 anualidades por un monto de 2 mil 225 millones, por lo que restan de cubrir 4 mil 155 millones, además de los intereses.
Señaló que concretarse la venta del avión este mes, se lograría un ahorro de cerca de 2 mil millones.
“En caso de pagar el capital que se adeuda en julo, generado de la venta, al mes de julio sería un total de mil 93 millones de pesos los que tendrían que pagar a BANOBRAS, considerando intereses, entonces se estaría pagando únicamente un total de 4 mil 155 millones de pesos”.
De acuerdo al titular de la SEDENA, durante la administración pasada en ese avión se realizaron 122 giras nacionales entre 2016 y 2018, con un costo de 31.4 millones de pesos, así como 36 giras internacionales que representaron un gasto de 102.8 millones.