El Consejo de Salubridad Nacional declaró a México en Emergencia Sanitaria por causa de fuerza mayor, ante el incremento de casos de COVID-19 y ordenó la implementación de una serie de medidas extraordinarias para evitar la propagación de la enfermedad entre la población.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, dio lectura al decreto que entrará en vigor este martes y que será de cumplimiento obligatorio para toda la población del país, aunque aclaró que no debe considerarse un estado de excepción o un toque de queda, porque el gobierno de la República no ha considerado este tipo de medidas.
“No hay ninguna disposición en esta declaratoria que se aproxime a un toque de queda, el gobierno no cree en eso. La Guardia Nacional tiene un despliegue en el territorio, continuará haciendo su trabajo y ahora se le encomienda a la Secretaría de la Defensa Nacional que despliegue las funciones legales y constitucionales que tienen”.
En conferencia de prensa, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, detalló que ante el incremento acelerado en el número de Coronavirus se ajustarán las medidas de prevención y protección que ya se habían anunciado y entre las que destacó la suspensión inmediata de actividades no prioritarias hasta el 30 de abril.
Señaló que “del 30 de marzo hasta el 30 de abril del 2020, se suspenden las actividades no esenciales en los sectores público, privado y social, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV-2 en la comunidad para disminuir la carga de enfermedad, sus complicaciones y muerte”.
Entre las medidas, se establece también la prohibición a realizar reuniones o congregaciones de más de 50 personas y se ordena el resguardo domiciliario voluntario de todas las personas mayores de 60 años de edad, con diagnóstico de alguna enfermedad crónica-degenerativa.
De igual forma, se postergan hasta nuevo aviso los censos y encuestas que impliquen la movilización de personas.