El 9 de marzo del 2024, los jóvenes Neyib Manuel Saldaña Cisneros y Johnny Ramsés González Saldaña salieron de una casa que remodelaban junto con familiares y se dirigieron al quiosco de la comunidad de San Jerónimo Purenchécuaro, municipio de Quiroga para tomar unas cervezas; al menos 40 personas vieron cuando se los llevaron por la fuerza junto con otros tres menores de Santa Fe de la Laguna, a bordo de 2 vehículos particulares; a la fecha siguen desaparecidos.
Desesperados, familiares denunciaron ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Derechos Humanos, pero cuatro días después de los hechos cuando se disponían a hacer acciones de búsqueda, recibieron una llamada de una persona que les aseguraba que tenían a los jóvenes y pidieron un rescate de 100 mil pesos.

Dorian Gabriel Saldaña González, padre de Neyib relata que los extorsionadores les dieron tanta información que ellos consideraban reservada, que creyeron en que recuperarían a los jóvenes, y depositaron 100 mil pesos a una cuenta bancaria, sin que ninguna autoridad buscara orientarlos o asesorarlos.
“Las personas estas que nos hablaron traían toda la información de la Fiscalía, traían el nombre del agente del Ministerio público, traían el nombre del agente investigador, traían la ubicación de donde estábamos en esa acción en Pátzcuaro para hacer la búsqueda de mis muchachos, traían la ubicación, las coordenadas, cuantas personas éramos, con cuantas gentes habíamos llegado, optó la Fiscalía, Derechos Humanos y la Comisión en retirarse y dejarnos a la deriva, se hizo el pago y no recuperamos a los muchachos”,
En conferencia d prensa, Dorian Gabriel describe una serie de irregularidades que, desde su parecer, se habrían cometido al integrar la carpeta de investigación, ya que desde un inicio, uno de los testigos reconoció de manera verbal haber presenciado los hechos, pero no se dejó ningún escrito y al momento de hacer la declaración formal, negó todo; lamenta que durante mes y medio no haya podido contactar al agente investigador, no contesta llamadas ni mensajes de whatss App y cuando lo va a buscar “simplemente no está”
Asegura que en el lugar, a unos cuantos metros se encontraban autoridades comunales y de la ronda nocturna, pero nadie se atreve a declarar.
“Porque al momento la gente del pueblo se niega a querer dar versión alguna de los hechos, pese a que estuvieron a metros de los hechos se niegan a dar una versión, tanto las autoridades, como son los jefes de tenencia, como los encargados de la ronda nocturna, se niegan a dar cualquier información”.
Dorian y su hijo Neyib habían acudido durante más de un mes a hacer los trabajos de remodelación sábados y domingos, pero desde los 5 años de edad visitaba la comunidad, por lo que “todo el pueblo lo conoce”, a diferencia de Johnny que apenas se había sumado durante 2 fines de semana.

Su madre Teomary, confió en que “pronto regrese” y demandó que la Fiscalía estatal actúe, aunque no sean “personas públicas”, al señalar que no hicieron caso omiso de lo ocurrido y denunciaron de inmediato.
“No porque no seamos figuras públicas o gente con dinero pasen a ser un número más nuestros hijos, son unos seres humanos los que se perdieron, no se perdió cualquier cosa, sí necesitamos resultados de parte de la Fiscalía, porque precisamente por eso se les paga, para que nos den resultados, creo que no se vale que hagan caso omiso del dolor de nosotras, somos seres humanos. (… ) Si no están vivos mínimo que nos regresen los restos de nuestros hijos”.
Hace apenas un mes, volvieron a recibir otra llamada de extorsión de una persona que aseguraba que tenían a los jóvenes cautivos, pero la Fiscalía del estado detectó que salió de un penal de Tulancingo, Hidalgo.
A la fecha, ya no han regresado a la comunidad de San Gerónimo Purenchécuaro, ya que les han dicho que “si van ya no tienen garantía de regresar”.