Ante el reciente escenario de guerra entre las naciones de Rusia y Ucrania se han realizado ejercicios militares alrededor de los reactores de Chernóbil. Este lugar en la década de los 80’s creó una gran preocupación a nivel mundial por la explosión de uno de los reactores de la planta eléctrica de pripyat lo que llevó a un esfuerzo monumental para mitigar los efectos producidos por la radiación emanada del reactor.
Niveles de radiación más elevados de lo normal ante la ocupación Rusa
El día de hoy el gobierno ucraniano ha reportado un incremento en los niveles de radiación en la planta nuclear de Chernóbil un día después de que esta fuera capturada por el ejército ruso, esto debido al gran movimiento de las tropas rojas, esto no es algo que deba encender las alarmas en el mundo debido a que es radiación residual propia de la planta.
A pesar de que no se deben tener grandes alertas por esos niveles detectados, es necesario precisar la preocupación de la comunidad internacional de que sean libradas batallas en ese territorio aledaño a la planta nuclear, ya que una imprecisión podría causar la liberación de material radiactivo al medio ambiente como ya sucedió hace 36 años.
¿Está la planta nuclear en condiciones de contener la radiación?
Algo queda muy claro, la ocupación de ese territorio no ha sido de manera aleatoria y sin medidas precautorias. La planta nuclear de Chernóbil cuenta con un sarcófago de acero conocida como “El arca” esta enorme estructura de alrededor de 300 mil toneladas se encarga de encapsular la radiación proveniente del reactor defectuoso, protegiendo así de la exposición a isótopos a la comunidad internacional.
Es ya conocido el contenido del reactor dentro del sarcófago, material de Uranio y Plutonio en su mayoría que cuenta con una vida media de radiación de aproximadamente 700 millones de años.
La Agencia Internacional de Energía Atómica ha hecho un llamado a los dos países para que extremen precauciones en la actividad militar en las inmediaciones de la planta evitando así una catástrofe mayor.
Sin duda alguna un mal manejo en las inmediaciones de Chernóbil podría llevar a un escenario bastante complicado, ya que como antes se ha demostrado, la incorporación de material radiactivo a la atmósfera puede alcanzar grandes distancias contaminando de manera innecesaria territorios poblados. La comunidad científica no se ha pronunciado al respecto hasta el momento.
En conclusión, podemos considerar que no es de gran preocupación el alza en los niveles de radiación, aunque no las autoridades internacionales no deben quitar el dedo del renglón ya que los desastres radiactivos han demostrado un impacto grande en la sociedad.
