La sentencia que el Juez de Control y Oralidad, Ariel Montoya Romero dictará este viernes a Diego Urik Mañón Melgoza, tras dictar fallo condenatorio y declararlo culpable del feminicidio de Jessica González Villaseñor, arreciarán amenazas y agresiones contra la familia de la víctima, que espera la resolución de la Subsecretaría de Gobernación y Derechos Humanos, en torno a su petición para que se les brinde vigilancia.
Esta es la advertencia que hace Verónica Villaseñor Ferreyra, mamá de la maestra que fue asesinada de 31 golpes el 21 de septiembre del 2020 y localizada 4 días después en el Fraccionamiento Bosques Monarca de Morelia.
Señala que tras perder a su hija no podrá estar tranquila “ni uno solo día” de su vida, pero anticipa un embate de la familia del imputado.
“Si las amenazas y agresiones han sido cuando ellos han querido creer que en cualquier momento iban a sacar, no quiero imaginarme cuando vean ahora la realidad, que este tipo fue el que mató a Jessi y va a tener consecuencias, no me quiero imaginar cuál es la reacción”.
Tras la petición que realizó de manera directa al juez hace una semana durante la audiencia, la mujer y su familia pasaron a formar parte de una estrategia de vigilancia que le otorga la Fiscalía Estatal, a través de rondines de una patrulla y llamadas telefónicas para verificar su condición.
Sin embargo, ante el ofrecimiento público del gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla de otorgarles vigilancia, personal de la dependencia federal que encabeza Alejandro Encinas Rodríguez, se puso en contacto con su hijo Cristo, para brindarle protección como activista, en un esquema que consideraría también a los miembros de su familia.
La documentación se entregó este jueves y esperan tener respuesta en los siguientes días, aunque el burocratismo tendrá la última palabra, aunque desconocen a ciencia cierta los motivos por los que se optó por este esquema.
“Bien a bien no lo sé, porque la seguridad se le dará a Cristo, y relacionada con toda la familia, la verdad no entendí mucho (…). Nada más se llenó la documentación y se envió.”.
Verónica Villaseñor confió en que la protección que se les ofrece “sea la adecuada” ante la serie de amenazas que han recibido de familiares de Diego Urik y por lo cual, ni siquiera la vigilancia de la Fiscalía los hace sentir más tranquilos.
“Esas no han cesado, ya me da lo mismo, ahorita mi cabeza no está como para estar pensando en las amenazas de ellos, pero esas no han cesado, lo único que he hecho es casi no despegarme de mis hijos para cuidarnos unos a otros”.
Ante ello, aseguró que aceptará la protección que autorice el gobierno de la República, al señalar que como madre, su principal preocupación son sus hijos.