Pese a que el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), ha sido diseñado principalmente para facilitar a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES) el pago de los impuestos, puede convertirse en una “dolor de cabeza” si no se maneja de manera adecuada, al convertirse incluso en el régimen más caro de toda la legislación fiscal mexicana.
El vicepresidente de la Asociación Nacional de Especialistas Fiscales (ANEFAC) en Michoacán, David Misael Fuerte, precisó que aunque este Régimen tiene bondades como por ejemplo una tasa preferencial de 1 al 2.5% anual, el RESICO, precisa algunas causales que provocarían al contribuyente el cambio de régimen, mismo que no podría ser modificado hasta un año después, además del pago de impuestos sobre la totalidad de los ingresos obtenidos.
En este sentido, otro de los representantes de la ANEFAC en el Estado, Jesús Hernández Ibarra, advirtió entre las principales causas que pueden derivarle al contribuyente su salida del RESICO, es el recibir otro tipo de ingresos, además de facturar más de 3.5 millones de pesos o incumplir en sus declaraciones provisionales y anuales.
En México, se estima que existen alrededor de 12 millones de personas bajo este régimen fiscal, sin embargo, hay alrededor de 30 millones de comerciantes informales.