Más de 1 mil 300 parejas se juraron amor eterno este 14 de febrero en diversas ceremonias colectivas que se realizaron en varios municipios de Michoacán, una de ellas en la plaza Benito Juárez de la capital michoacana, donde el Día del Amor y la Amistad fue el marco para que dijeran “sí acepto”.
La presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Grisell Tello Pimentel fue la madrina de este matrimonio multitudinario que unió a hombres y mujeres de todas las edades y condición social, que aprovecharon el Día de San Valentín para refrendar el compromiso de seguir juntos.
El secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña les recordó la importancia de formalizar su unión y vivir una vida plena.
“Es lo que hoy estamos viviendo, el poder generar momentos de bienestar y de felicidad, porque con la unión matrimonial que hoy hacen ustedes podrán regularizar su situación jurídica, tener la certeza legal y sobre todo adquirir ese compromiso de realizar una vida en pareja que abone al desarrollo de nuestra sociedad”.
Doña Cristina y don José se sentaron en la primera fila, entre cerca de 200 parejas que se congregaron en la boda colectiva que convocó el Registro Civil en la capital del estado.
Tras 57 años de vida en pareja, 7 hijos vivos y 11 fallecidos, decidieron formalizar su relación, ya que desde jóvenes admiraban sus cualidades.
“Porque es un hombre trabajador y no es borracho”, señala la mujer, quien desde joven hacía tortillas para vender y aún tiene fuerzas para elaborar tamales.
Para don José fue el destino, el que los unió, aunque la describe que a su mujer como “sencilla y trabajadora”.
Acompañados por su familia, Carmen y Alejandro decidieron dar el sí luego de 5 años de noviazgo, con la ilusión de tener 2 hijos; de hecho, Carmen asegura que era algo que ya venían pensando.
“Ya nos llegó un tiempo en que ya queremos una familia, ya queremos estar juntos y se nos presentó esta oportunidad y quisimos aprovecharla, que mejor que un 14 de Febrero”.
Alejandro aseguró que “no le tienen miedo a la responsabilidad”.
El mariachi y el pastel le dieron el toque festivo a esta ceremonia, en la que no se leyó la epístola de Melchor Ocampo, ni se realizó mayor trámite; aunque cada pareja recibió su acta matrimonial, que por única ocasión se expidió de manera gratuita.
