El pasado 27 de enero del año en curso, nos tomó por sorpresa la noticia de que, nuestro querido Dr. Ruy Pérez Tamayo había fallecido.
Ruy Pérez Tamayo, además de ser un reconocido científico a nivel mundial, fue médico patólogo, inmunólogo y fisiólogo, miembro de El Colegio Nacional y profesor emérito en múltiples universidades de diferentes países.
Debo confesarle que, ha sido una enorme pérdida para la ciencia en México pues, a través de sus aportaciones, el Dr. Ruy fue un ejemplo de vida y de cómo ser un científico preocupado por que la sociedad comprenda y actúe con base en su realidad y no en las especulaciones.
El Dr. Ruy nació en Tampico Tamaulipas, el 8 de noviembre de 1924. Estudió la carrera de medicina y pronto se especializó en patología, que es la rama de la medicina que se encarga de explicar el cómo se desarrollan las enfermedades.
Desde temprana edad, supo que quería ser doctor, pero no de los que curan las enfermedades de las personas, sino que, a diferencia de la mayoría de sus colegas, el Dr. Ruy prefirió estar inmerso en un laboratorio antes que en un consultorio.
Como divulgador de la ciencia, el Dr. Ruy Pérez Tamayo, sembró y/o reforzó la idea de hacer investigación científica en muchos de los que tuvimos la fortuna de escuchar alguna de sus conferencias magistrales.
Entre sus obras literarias más sobresalientes, destaca su libro “10 Razones para ser científico”, mismo que ha inspirado a muchos de los que nos hemos embarcado en el fascinante sendero de la investigación científica.
A continuación, le explico en qué consisten esas 10 razones, que, espero sean un aliento para quienes estamos buscando convertirnos en científicos.
1.-Para no tener jefe:
La independencia intelectual, indispensable en la vida del científico, se refiere a la autonomía y creatividad en el hacer de la investigación científica, el científico decide en qué problemas trabajar, qué preguntas desea contestar y cómo lograrlo.
2.-Para no tener horario de trabajo:
El investigador científico trabaja sin un horario establecido como el de una oficina, ya que, para ahondar sobre un tema de investigación, el científico lo hace en muchos momentos del día, además de que las actividades científicas requieren de tiempo extra.
3.- Para no aburrirme:
Este es uno de los motivos más importantes para ser científico, puesto que esta actividad está llena de sorpresas, cuando se alcanza una o varias repuestas surgen nuevas preguntas, de tal manera que no hay aburrimiento.
4.- Para hacer siempre lo que me gusta:
El científico tiene la libertad para hacer lo que le gusta, puesto que es lo que sabe hacer bien, y además le pagan por hacerlo.
5.- Para usar mejor mi cerebro:
Tener ideas y ponerlas a prueba es una forma de describir el trabajo del científico. El Dr. Ruy expresa que, si la actividad a la que uno quiere dedicarse toda la vida no implica hacer uso del cerebro, entonces una buena opción sería dedicarse a la política.
6.- Para que no me tomen el pelo:
El espíritu de la ciencia, escéptico y crítico no solo es ir en contra de la distorsión de la realidad por intereses ideológicos, políticos o comerciales, sino que sirve también para ordenar nuestra vida cotidiana en forma racional y objetiva.
7.- Para hablar con otros científicos:
Cuando un investigador envía a una revista científica un artículo en el que expone sus ideas, sus datos y conclusiones sobre un problema en particular.
8.- Para aumentar el número de científicos en México:
Una forma de apreciar la capacidad científica de un país es a través del número de científicos en relación con su población, además de ver cuánto se destina del producto interno bruto al desarrollo de la ciencia y la tecnología, que en México no alcanza ni el 1%.
9.- Para estar siempre bien contento:
El trabajo de un científico es estimulante, divertido, muy variable, siempre hace lo que le gusta, no tiene jefe ni horario de trabajo, nunca está aburrido en su laboratorio, hace el mejor uso que puede de su cerebro, no deja que le tomen el pelo ni los comerciantes ni los políticos.
10.- Para no envejecer:
La investigación científica es una actividad a través de la cual se puede conservar la “eterna juventud”, puesto que a cualquier edad se pueden hacer descubrimientos significativos.
Para finalizar, estimado lector, ojalá que estas 10 razones lo motiven a usted y a quienes estén interesados en el quehacer científico.
Descanse en paz, Dr. Ruy Pérez Tamayo.
