El día de hoy 9 de noviembre de 2020, el Instituto Electoral del Estado de Michoacán, recibió de las mujeres Michoacanas una solicitud que, sin lugar a duda, abona en la democracia paritaria y libre de violencia política de este estado.
Este año 2020, nos ha dejado claro que sin las mujeres este país y este estado no podrán transformarse. Muchas voces antes que nosotras, han dado la batalla para que las mujeres en este país puedan levantar la voz, para que puedan votar, pero también para que sean votadas.
El camino para el ejercicio pleno de los derechos político-electorales de las mujeres, cuyo andamiaje jurídico se hizo realidad en el año de 1953, ha dado pasos agigantados en los últimos años en este país, a partir nuevamente de la demanda de las organizaciones de la sociedad civil, colectivas y mujeres partidistas que reconocen que no hay transformación política y social en la que las mujeres no estén presentes.
Antes, casi siempre atrás, después de alguien, por relleno, por compromiso.
Hoy por Ley, por obligación para los partidos, mandatado por la carta Magna, en condiciones de paridad y libres de violencia.
Este año 2020, muchas cosas han pasado en materia de reconocimiento de los movimientos feministas y de la necesaria obligación de las autoridades en todos los niveles de garantizar a las mujeres la totalidad de sus derechos humanos.
Entre estos derechos, el de la participación política, ese derecho que ha sido históricamente cuestionado desde el patriarcado, acostumbrado a tener el control sobre él, el derecho por el que miles de mujeres en el mundo y en México lucharon par hacerlo hoy una realidad.
La próxima jornada electoral verá reflejada en las boletas la mitad de candidatas, mujeres a las que la historia las coloca al frente de una alta responsabilidad como será la representación de los intereses de las demás, de las que no estarán en las boletas pero sí estarán apoyándolas, porque si algo nos ha quedado claro en estos años es, que cuando una mujer llega al poder llegamos todas, por que el avance de una debiera ser el impulso para las otras para acompañarla. Y estoy segura de que así será.
Esta histórica participación de mujeres en la jornada electoral debe de estar garantizada por instituciones respetuosas de los derechos humanos de las mujeres, pero sobre todo garantes de la democracia paritaria que tanto necesita este país y este estado.
Como sabemos, el pasado, 28 de octubre en la Sesión Ordinaria del Consejo General del Instituto Nacional Electoral se hizo historia, se aprobó por unanimidad la iniciativa 3 de 3 contra la violencia de género, propuesta impulsada desde las colectivas feministas, de manera concreta del colectivo las Constituyentes, representado por Yndira Sandoval Sánchez, las que solicitaban al Instituto que los aspirantes a una candidatura firmen por voluntad y bajo protesta de decir verdad y de buena fe, en la que expresen que no han sido sancionados por 3 causas: no ser deudor de pensión alimenticia, no ser acosador sexual y no ser agresor de mujeres en ámbito familiar o político.
Bajo este contexto, el Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Michoacán, organizó un foro el día 30 de octubre con Yndira Sandoval Sánchez y la Dra. Patricia Olamendi, así como con las carteras de mujeres de los partidos representados en Michoacán, en donde escuchamos la propuesta y porqué era y es necesario que ningún candidato que esté bajo los presupuestos antes descritos de violencia, puede ocupar un cargo público.
Dicho foro tuvo una audiencia amplia también de la sociedad civil, así como de funcionarias de diversos municipios y funcionarias públicas de distintos órdenes de gobierno, quienes se pronunciaron a favor de que esta iniciativa se retomara en Michoacán.
En este sentido, el Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Michoacán entregará al Instituto Electoral en Michoacán, la voz de las mujeres integrantes de dicho observatorio, pero no solo de ellas, sino también la voz de 1090 mujeres más, ciudadanas y algunos ciudadanos, que les queda claro como señala la Organización de las Naciones Unidas, que la democracia paritaria resulta a todas luces indispensable para el logro del buen gobierno, la democracia incluyente, el fortalecimiento del estado de derecho, la consolidación de la paz, la aceleración de la economía, la construcción de sociedades más igualitarias y el desarrollo sostenible.
La propuesta del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Michoacán, solicita se incorporen los “Lineamientos para que los partidos políticos prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política contra las mujeres en razón de género”, a fin de establecer las bases para asegurar la igualdad y garantizar a las mujeres el ejercicio de los derechos políticos y electorales al interior de los partidos y con ello entre otras acciones se promuevan, protejan y respeten los derechos de las mujeres, se establezcan en sus estatutos mecanismos para erradicar la violencia política, se establezcan medidas de reparación integral del daño y de manera concreta, se requieran a los aspirantes a una candidatura firmar un formato, de buena fe y bajo protesta de decir verdad, en que expresen que no están condenados, o sancionados por: violencia familiar y/o doméstica, delitos sexuales, ser deudor alimentario.
Además de lo señalado, este documento solicita que el Instituto Electoral de Michoacán cuente con un micrositio en el que se pueda verificar y validar las firmas de los candidatos que han firmado el documento al que se hace referencia, y coadyuvar con diversas instituciones en la difusión de esta campaña “3 de 3 contra la violencia de género para Michoacán”, así como también se sugiere que quienes contiendan en las siguientes elecciones se comprometan a no cometer violencia digital o simbólica.
Es importante decir, que todas estas acciones sin lugar a duda son acciones afirmativas que se erigen como mecanismos equiparadores de las desigualdades sociales y de los espacios democráticos para grupos en desventaja, y comprenden todas las acciones utilizadas por los poderes públicos tendientes a lograr políticas públicas, prácticas equiparadoras y restablecedoras de los derechos fundamentales para grupos excluidos y discriminados históricamente como o somos las mujeres.
Así, estas acciones afirmativas, tienden a promover y exigir el cumplimiento de aquellas normas destinadas a la equiparación real entre hombres y mujeres, sobre todo mediante la eliminación de las desigualdades de hecho.[1]
Hay que decirlo con claridad, de nada sirve un marco jurídico sólido como el establecido desde el 2019 con la reforma constitucional de la paridad en todo, si no son una realidad, y para esto, estas acciones afirmativas coadyuvan a visibilizar y analizar el marco jurídico desde una perspectiva de género y a generar las acciones necesarias para su aplicación y para garantizar las obligaciones que se establecieron para los partidos políticos en materia de violencia política y paridad en legislación federal y local en las refomas del 13 de abril y 29 de mayo del 2020 respectivamente.
Las mujeres estamos en la política para ejercer nuestro derecho a participar en la vida política y publica del país, pero por resultado también por la imperiosa necesidad que tenemos de transformar una realidad social que sigue normalizando las desigualdades y las diferencias, las violencias y las discriminaciones en todos los espacios y ámbitos, y el público y el político no son una excepción.
“La paridad como la traducción política del Principio de Igualdad Sustantiva, como expresión permanente de la democracia incluyente y como mecanismo para garantizar a todas las personas el acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales, debe entenderse y por consiguiente garantizarse como principio, como derecho y como regla procedimental para cumplir con el mandato de igualdad sustantiva”[2] al que todas las autoridades se han comprometido y han sido mandatadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Seamos entonces testigas y testigos de esta solicitud que recoge las voces de las mujeres michoacanas para solicitar que la historia de este estado se siga construyendo para y por las mujeres.
Nunca más sin nosotras.
Sigamos emparejando el Camino para nosotras y las que siguen.
[1] https://www.corteidh.or.cr/tablas/r35050.pdf Las acciones afirmativas como mecanismos reivindicadores de la paridad de género en la participación política inclusiva: Ecuador, Bolivia, Costa Rica y Colombia.
[2] La democracia paritaria: un acelerador de la igualdad sustantiva y del desarrollo sostenible en México https://www2.unwomen.org/-/media/field%20office%20mexico/documentos/publicaciones/2017/democracia%20paritaria.pdf?la=es&vs=4515
