Salvador García Espinosa
La Organización de las Naciones Unidas estima que cada año se recolectan en el mundo poco más de 11 millones de toneladas de residuos sólidos, equivalentes a una producción aproximada de 271 Kilogramos al año por cada habitante del planeta. En México se estima que se generan diariamente 102,895 toneladas de residuos. En Michoacán, durante el 2022 se estimó que se producen 132 mil toneladas de basura al mes.
Los diferentes porcentajes conocidos dan muestra de la complejidad del problema que implica la recolección de residuos, así como su confinamiento o aprovechamiento. En el ámbito mundial se recolecta sólo el 83.93% de los residuos. En México, sólo el 78.93% de los residuos recolectados llegan a un relleno sanitario, y se recicla únicamente el 9.63% del total recolectado de los residuos generados. En Michoacán, lo más sorprendente es que solo el 2 por ciento del total de basura pasa por un proceso de aprovechamiento, ya sea por medio del reciclaje o reutilización.
El artículo 115 de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos, señala que “Los ayuntamientos tendrán facultades para aprobar, de acuerdo con las leyes en materia municipal que deberán expedir las legislaturas de los Estados, los bandos de policía y gobierno, los reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general dentro de sus respectivas jurisdicciones, que organicen la administración pública municipal, regulen las materias, procedimientos, funciones y servicios públicos de su competencia y aseguren la participación ciudadana y vecinal.” Así mismo, la Fracción III del mismo artículo señala que “Los Municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos siguientes: … c).- Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos.”
Sin lugar a duda que el H. Ayuntamiento de Morelia ha hecho esfuerzos sin precedentes para mejorar el servicio de recolección de residuos, de manera importante, las mejoras a los sitios de confinamiento como rellenos sanitarios han sido substanciales, aunque aún persisten. A principios del año se contabilizaron 94 tiraderos clandestinos en la ciudad, de los cuales buena parte corresponde a lo relacionado con los residuos derivados de obras de construcciones o demoliciones.
Otro aspecto importante que destacar es lo relacionado con la recolección. Se estima que son poco más de 500 camiones los que utilizan las organizaciones y empresas recolectoras que operan principalmente en la zona urbana y conurbada de Morelia, cantidad que sin duda resulta insuficiente, no sólo en cantidad dado el crecimiento de la ciudad. El propio presidente municipal, Alfonso Martínez, a propósito del vencimiento de la concesión a una de las empresas de mayor antigüedad, señaló: “Tenemos que tener un tratamiento de la basura de primer mundo. Tenemos que iniciar el proceso arrancando el año con eso. Queremos dar ese brinco a la modernidad, se venció esa concesión que se acuerdo al momento en que se contrató esa empresa, pues recuerdo que era de lo último en tecnología y ahora iremos con lo último de ahora: que se pueda generar energía, reciclar y mejorar el servicio de recolección”, explicó Alfonso Martínez.
No hay duda de que uno de los aspectos más relevantes para mejorar el sistema de recolección de residuos es la utilización de camiones recolectores, diseñados exprofeso para tal fin. En la actualidad se utilizan todo tipo de transportes mal acondicionados para la recolección de residuos, se caracterizan por llevar en su perímetro exterior una especie de costales de enormes dimensiones en donde los trabajadores van separando la basura según se trate de plásticos, papeles o cualquier material que tenga posibilidades de comercializarse a alguna compañía recicladora.
Este tipo de transporte se ha convertido en una fuente móvil de contaminación, pues llevan los residuos a cielo abierto y todo los líquidos producto de los desechos escurren de forma inevitable sobre las vialidades por donde circulan. Además, representan un riesgo de salud para los propios trabajadores, pues algunos de ellos permanecen durante toda su jornada laboral en contacto directo con los residuos. Ni qué mencionar del riesgo que representa subir y bajar del transporte, muchas veces en movimiento, para agilizar la recolección de basura.
En cambio, los vehículos diseñados para la recolección de residuos sólidos urbanos reducirían la contaminación en su trayecto, disminuirían los riesgos de los trabajadores y, sobre todo, permitirían la compactación de los residuos, de forma tal que se utilizarían menos vehículos que los que actualmente circulan en la ciudad. Además, en el caso particular del Centro Histórico de Morelia, se lograría que la prestación de un servicio fundamental como es la recolección de basura, se brinde acorde a un entorno de relevancia mundial, como es su condición de Patrimonio de la Humanidad.
Como se ve, existen consideraciones relacionadas con la seguridad de los trabajadores del servicio de limpia, aspectos que disminuirían los riesgos involucrados a los actuales camiones como fuentes móviles de contaminación; se mejoraría substancialmente la imagen urbana y, sobre todo, en la calidad y eficiencia del servicio que está obligado a prestar el Ayuntamiento, pero que requiere del apoyo y participación de las empresas concesionarias, los trabajadores y, sobre todo, de la población en general para juntos mejorar la calidad del ambiente en el que vivimos.
