A 11 meses al frente de la presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo hizo un balance positivo de su administración, “vamos bien y vamos a ir mejor” fue la frase con la que resumió el avance de su gobierno, en el que, aseguró, se dejó atrás la “era del nepotismo, la corrupción y los privilegios”.
En un mensaje de 1 hora 09 minutos de duración y ante un público formado por integrantes de su administración, gobernadores e invitados especiales, recordó primero que su gestión es un legado del expresidente Andrés Manuel López Obrador y señaló que lo repetirá “cuantas veces sea necesario”.
“Damos continuidad y avanzamos sustentados en la gran hazaña del Presidente López Obrador, que no solo separó el poder político del poder económico sino que, con un nuevo proyecto de justicia social, sacó de la pobreza a más de 13.5 millones de personas. Es pertinente mencionarlo cuantas veces sea necesario. De 2018 a 2024, la población en pobreza pasó de representar el 41.9 de la población a 29.5 por ciento, el nivel más bajo desde hace por lo menos 40 años.”.
Sheinbaum Pardo recordó las profundas reformas legislativas que iniciaron todavía en el gobierno del tabasqueño, 19 modificaciones a la Constitución Federal y 40 nuevas leyes que, a su decir, “resarcen el daño provocado en el neoliberalismo”; destacó la reforma al Poder Judicial, al asegurar que termina la época de nepotismo, corrupción y privilegios”, para dar paso a una nueva era de legalidad y justicia.
“Bienvenido el nuevo Poder Judicial. Un hecho inédito y profundamente democrático. Se termina la era del nepotismo, corrupción y privilegios, y comienza una nueva era de legalidad y justicia para todas y todos. Un verdadero Estado de derecho”.
También se refirió a la desaparición de diversos organismos autónomos, en un proceso que describió de la siguiente manera:
“Reformas para desaparecer los organismos autónomos, y crear órganos técnicos antimonopolio y de telecomunicaciones.”
Sheinbaum Pardo aseguró que “Cuarta Transformación se profundiza” con las medidas que se han tomado en materia económica, de programas sociales, educación, salud, desarrollo regional con inversión pública y privada nacional y extranjera, con una administración que trabaja “con honestidad y austeridad republicana”.
Afirmó que en México no se reprime, se práctica “la mayor” libertad de expresión en la historia y todas las autoridades son elegidas por el pueblo.
“En México no se reprime, no se usa la fuerza del Estado en contra el pueblo; se practica la mayor libertad de expresión de toda la historia; no existe la censura; todas las autoridades son elegidas por el pueblo, y la Presidenta camina sin miedo y con cercanía por todo el país. Por ello, que se oiga bien, fuerte y lejos: La Cuarta Transformación no solo continúa, sino que se profundiza”.
La presidenta de México destacó que se destinaron 850 mil millones de pesos para financiar los programa sociales, que benefician a 32 millones de familias mexicanas; que pese a “las expectativas catastróficas” de organismos internacionales el crecimiento económico anual estimado es de 1.2% y la inversión extranjera directa es de 36 millones de pesos, récord para el país; el desempleo se ubica en 2.7% y la inflación en julio fue de 3.5%.
Sin dar a conocer la cifra de deuda pública, aseguró que se mantiene en 50% del Producto Interno Bruto (PIB) y resaltó el denominado “Plan México”, que fomenta la inversión pública y privada, nacional y extranjera, en el desarrollo regional, al criticar que durante el período neoliberal no existía la política industrial.
“Durante todo el periodo neoliberal se llegó a afirmar que “la mejor política industrial era la que no existía” y con ello, se fue desmantelando una buena parte de la planta productiva del país. Nosotros tenemos otra visión. El Estado desarrolla infraestructura, garantiza áreas estratégicas y promueve la inversión privada que garantice empleos con salarios justos y que esté acorde con los recursos naturales en las diferentes regiones del país.”
Informó que trabaja en la recuperación de la soberanía energética y el rescate de PEMEX y de la Comisión Federal, como empresas de la nación, al asegurar que 36 años de desmantelamiento y endeudamiento van quedando en el pasado.