Apenas el pasado 25 de octubre, Francisco llegó a Acapulco con su familia: sus tres hijos, su esposa, su sobrino y su hermana, sin embargo, Otis el fuerte huracán categoría 5 y las amenazas tras el asesinato de su cuñado Carlos, los obligaron a dejar Guerrero.
“Tenemos miedo”, refirió con voz temerosa de ser atacado por quienes lo amenazan; su familia, sufrió la misma suerte que la de los 13 elementos de seguridad masacrados el pasado 23 de octubre en la carretera Acapulco – Zihuatanejo.
Del Papayo, comunidad de donde es originario, se fue a Acapulco, lugar que dejó después del paso de Otis, ya que perdió las pocas pertenencias que tenía, salieron en la noche en un taxi, “directamente Acapulco llegamos a la iglesia, porque no ha hecho nada el gobierno por nuestras familias”, detalló.
No dejó de expresar el terror que viven desde que su familia y él se fueron de Coyuca de Benítez, los grupos criminales que los obligaron a dejar sus tierras; trabajaba en un taxi, pero tenía que pagar cuota para poder pasar la Costa Grande, quien no quería, le quemaban su taxi, “cada semana pagábamos 500 pesos, nos obligaban hacer bloqueos”, dijo.
Exigió ser escuchado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y refirió que las familias de los 13 elementos de seguridad masacrados tuvieron que dejar Guerrero. “Tenemos miedo de estar allá y muchas familias se salieron por las mismas amenazas de ese grupo”.
Hasta el momento, agrega, no hay respuesta de las autoridades, se han visto orillados a huir de la violencia, a una entidad que tiene también alto índice de personas desplazadas por este mismo fenómeno, sobre todo en la región de Tierra Caliente. “Demando a Andrés Manuel López Obrador voltear hacia Guerrero ante la situación que se está viviendo. Están saliéndose de otros estados, somos mis sobrinos, mi hermana y mi familia necesito ayuda”, dijo.
El drama de su familia que ahora enfrenta el desplazamiento, los obligó a refugiarse en Michoacán, estado que también vive una crisis humanitaria por el desplazamiento por violencia.
“Queremos saber si el estado nos va a apoyar a estar sin miedo, mi cuñado era policía, se llamaba Carlos de los que mataron en Coyuca de Benítez, nos salimos el 4 de octubre, amenazados, y luego llegamos a Acapulco, nos tocó el huracán. La familia nos apoyó, pero de las autoridades no hemos tenido ninguna respuesta”, expuso, al expresar que existe una persona que ha amenazado a muchas y que reina en toda la Costa Chica de Guerrero.
“Tenemos miedo de que nos sigan hasta acá, chava Granados de la Costa Grande, ha estado amenazando a mucha gente, por eso mismo queremos que nos apoyen para saber cómo solucionar mi problema. Nos venimos sin nada, que nos puede brindar el apoyo”, insistió.
Recordó que este personaje y los grupos criminales que reinaban en esta zona “mandaban gente”, quien les exigían se salieran, también se salieron las esposas de los policías, quienes no tuvieron apoyo y tampoco les pagaron sus funerales, nos los dejaron velar a sus muertos.
