Tras más de 3 años de lucha legal por obtener un “castigo ejemplar” para el feminicida de su hija Jessica González Villaseñor, la señora Verónica Villaseñor Ferreyra afirma que recibió “una puñalada” al conocer la determinación del magistrado Gilberto Alejandro Bribiesca Vázquez de disminuir 7 años y 6 meses la sentencia de 50 años que dictó el juez Ariel Montoya Romero a Diego Urik Mañón Melgoza.
Tras analizar junto con abogados de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV) y la Fiscalía General del estado (FGE), la resolución de poco más de 500 cuartillas, la conclusión fue que no existe ningún sustento legal para el cambio de la sentencia.
El 27 de enero del 2023, el juez de Oralidad declaró en sesión de juicio oral culpable a Diego Urik Mañón Melgoza del feminicidio de la joven moreliana, Jessica González Villaseñor, que entonces tenía 21 años de edad, al valorar las pruebas y los alegatos, los testimonios, los exámenes periciales, las pruebas científicas y los cerca de 100 elementos que aportó la Fiscalía General del Estado (FGE).
Sin embargo, al resolver la apelación del sentenciado, el magistrado consideró que la pena máxima impuesta no estaba adecuadamente justificada en el expediente, lo que Verónica Villaseñor consideró incomprensible.
Jessica fue asesinada la tarde del 21 de septiembre del 2020, tan sólo unas horas después de dejar su hogar. Su cuerpo fue localizado en el fraccionamiento Monarca en Morelia, estaba semidesnuda y con numerosos golpes, se calcula que recibió 32 y fue víctima de violación sexual.
Al momento del delito Diego tenía 18 años, por lo que de acuerdo a la mamá de Jessica, no habría lugar a tener consideraciones para el feminicida; “el magistrado se tiene que regir conforme a la ley, 18 años eres mayor de edad, y te haces cargo de tus acciones”.
Con ello, responde al señalamiento del magistrado Bribiesca que al resolver la apelación, establece que debe tomarse en cuenta que Diego “tenga la oportunidad de reeducarse y reintegrarse a la sociedad, dado que es joven y cometió el delito cuando tenía 18 años. “
Desde el día de la desaparición de Jessica, el 20 de septiembre del 2020, su familia inició una intensa búsqueda hasta encontrar su cuerpo y luego para exigir justicia, lucha que retomarán para dar marcha atrás a la determinación del magistrado, ahora mediante un amparo ante el Poder Judicial Federal, para lo cual tienen 15 días hábiles.
Sentada en su casa, recrimina “las estúpidas leyes” que han tenido que sortear durante todo el proceso judicial y llama a la sociedad “a despertar” y darse cuenta de la realidad, que hay un sistema judicial que protege a los poderosos.
Para Verónica Villaseñor, incluso la inconformidad de Diego Urik y su familia con el magistrado que resolvió la impugnación “fue un circo planeado” para legitimar al juzgador, que finalmente benefició al feminicida, al disminuir a 42 años y 6 meses la sentencia.
Sin embargo, reconoce lo difícil que fue conocer la determinación, primero porque tuvo que informar a la familia del retroceso y luego porque habría que retomar la lucha para defender sus derechos y los de su hija asesinada.
Ante lo ocurrido, considera que el sistema de Justicia es revictimizante y aplastante.
Pero pese al dolor, la desesperación y la desesperanza, advierte que continuarán hasta el final, porque Jessica hubiera sido la primera en decir “que no pare, que esto no se puede quedar así”.