“Que no cunda el pánico”, pidió el gobernador electo de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, al pronunciarse al favor del regreso a clases presencial en el estado y señalar que no debe existir temor o paranoia, ya que el aumento de los contagios pero no de las muertes a causa del COVID-19 es un signo de que las vacunas están funcionando.
En conferencia de prensa, llamó a “mandar mensajes de serenidad”, al afirmar que no se contemplaría el retorno a las aulas “en la cúspide de la ola”.
“Que no cunda el pánico, nada de pánico ni paranoia, tenemos que mandar mensajes de serenidad, seguramente no volveremos a clase en la cúspide de la ola, pero ya agarramos experiencia, las olas suben, agarran meseta y bajan, esta tercera ola en número, aquí hay algo muy importante, el número de contagios es mayor a la de otras olas, pero el número de defunciones es mucho menor, que quiere decir esto, las vacunas están funcionando”
Ramírez Bedolla, aseguró que en los siguientes días verificará con funcionarios federales el número de michoacanos que han recibido la vacuna contra el COVID-19, a fin de constatar si son suficientes para garantizar la seguridad.
Señaló que el regreso a clases se hará con orden, con un protocolo sanitario y de manera escalonada, sin que estén todos los alumnos al mismo tiempo en los salones.
Además, enfatizó en que el presidente López Obrador pidió a los gobernadores electos volver a clases en cuanto la pandemia lo permita.
“Sí no lo pidió el presidente de la República en la última reunión que tuvimos con él que era necesario regresar a clases, seguramente será un acuerdo entre los gobiernos y la Secretaría de Educación y la Secretaría de Gobernación, pero yo sí estoy a favor de que esta cuestión sea ya atendida y que volvamos ya a clases lo antes posibles en cuanto la pandemia lo permita”.
El mandatario electo, reiteró que si bien no hay un estudio, es claro que niños y adolescentes han sido afectados de manera psicológica y de salud mental por el confinamiento, ya que a diferencia de los adultos, siguen resguardados en casa.
