El lugar en el que fue asesinada la alcaldesa de Cotija, Yolanda Sánchez Figueroa, este lunes por la noche se encuentra sin resguardo de la Fiscalía General del estado (FGE) o de alguna autoridad de seguridad, para proteger los indicios que pudieran servir para las investigaciones.

Solo fueron colocadas unas veladoras y cal para tapar las manchas de sangre, pero en el lugar no está ninguna cinta que impida se contamine la escena del crimen.

Así mismo, las calles lucen solitarias; la presidencia municipal de Cotija se encuentra totalmente cerrada y resguardada por el Ejército mexicano, Guardia Civil y Nacional; algunas calles aledañas también están cerradas, la plaza luce solitaria, mientras que algunos negocios de los alrededores están cerrados.

El lugar de los hechos se ubica a tan solo a media cuadra de la plaza principal a un costado de la iglesia; la población mantiene hermetismo y evita hablar sobre la situación que priva; dicen tener temor sobre todo de la situación de represalias que pudiera darse de hacer público su sentir de lo que ocurre en esta zona.
