Pese al compromiso que realizó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, Verónica Villaseñor Ferreyra informó que no se les ha proporcionado la seguridad que solicitó desde inicio de año, ante las amenazas y agresiones que han recibido de la familia de Diego Urik Mañón Melgoza, el responsable del feminicidio de Jessica González Villaseñor.
Tras la sentencia de 50 años que dictó este miércoles el juez Ariel Montoya Romero, no descartó que se mantenga esta situación, pero aseguró que ya perdieron el miedo a cualquier otra cosa que pueda pasar.
“Claro que no, pero no pasa nada, qué más daño nos puede causar, ya así como hemos estado luchando en cada audiencia, esas fuerzas las tengo que hacer valer por mis hijos”.
El pasado 30 de enero, a pregunta expresa, durante su conferencia de prensa, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, garantizó que se brindaría seguridad a la familia González Villaseñor, luego de que en la audiencia previa a que se declarara a Diego Urik Mañón Melgoza, responsable de su feminicidio, la mamá de la víctima solicitara de manera pública el riesgo en que se encontraban.
Días después, Verónica Villaseñor explicó que el contacto lo había establecido la Subsecretaría federal de Derechos Humanos, a cargo de Alejandro Encinas Rodríguez, que había solicitado la documentación a la familia, ya que se planteaba la protección a su hijo Cristo Adán González Villaseñor, en un esquema similar al que se brinda a periodistas y defensores de los derechos humanos.
Luego, el 3 de febrero, el mandatario mchoacano afirmó que estaba en proceso la solicitud de protección, mientras el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña afirmó que sería en la siguiente semana que se concretaría la petición, sin que haya surtido todavía efecto.