Las historias de estos hombres de rostro bronceado por las largas jornadas bajo el sol y el duro trabajo se entrelazan con las construcciones de viviendas y edificios, de las que se declaran orgullosos; son los albañiles que este 3 de Mayo recordaron a la Santa Cruz con una celebración eucarística masiva que se realizó en la plaza en honor del Generalísimo Morelos.
La emoción que muestran los trabajadores de la construcción deja constancia de que la ardua labor que realizan ha sido determinante de su vida; las cruces que cargan orgullosos son prueba de que este trabajo los sacó adelante, a muchos desde muy temprana edad, algunos apenas cumplían 10 años y ya estaban en este trabajo.
Sus voces se quiebran cuando hablan de las dificultades que enfrentan como albañiles. Simón Cortés carga orgulloso una cruz que elaboró con una pala, un martillo y un alambre con el que improvisó la corona de espinas de Jesucristo; unas rosas rojas la adornan y la hacen única.
Ha dedicado medio siglo de su vida a “la obra”, ante la necesidad de llevar un ingreso al seno familiar.
“Éramos de familia muy pobre y había que buscarle para traer un dinero en la bolsa, nunca robando”.
Don Simón perdió hace seis años a su esposa con la que tuvo 5 hijos y asegura que siempre “mantuvo la casa” de su trabajo; orgulloso señala que en la actualidad todos trabajan y por eso fue “solo al festejo”, aunque conmovido lamenta también las humillaciones que sufren por ser albañiles.
“Es que no siempre hay buenos días, a veces lo humillan a uno por albañil, lo humillan a uno por ser pobre, a veces hablan mal de uno por ser viudo, pero no busca ser viudo, ni modo le toca a uno y ni modo”.
Reyes Gallegos es albañil desde hace 15 años para asegurar el sostén de su familia; para él esto “es un don” por el que da gracias al creador; es padre de 3 hijos y tiene una esposa “que es su fuerza para salir adelante”.
Intentó muchas actividades y finalmente optó por la construcción; ahora es padre de una mujer abogada y un ingeniero; producto del esfuerzo que hizo por sacarlos adelante.
“He estado luchando, mi hija se acaba de recibir de licenciada, mi hijo de ingiero y tengo una en la secundaria, ya se va a la prepa. Yo creo que es la fuerza de uno que está luchando para sacarlos adelante”.
Julio es albañil desde los 12 años y ya cumplió 30 en esta labor que lo hace sentirse orgulloso. Relata que se negó a estudiar y tuvo que dedicarse a trabajar, pero ahora “le encanta su trabajo”.
“Tengo 30 años de albañil, empecé desde los 12 años; ya no quise estudiar y me dijeron ‘sino estudias ahora trabajas’ y comencé a trabajar. Me encanta mi trabajo, cuando tienes tu dinero”.
Con una cruz adornada con flores amarillas que carga con dificultad, el señor José Méndez relata que “ya cumplió 40 años como albañil”, aunque aclara que la eligió primero por necesidad y luego por gusto, ya que es fuente de inspiración y superación a diario.
“Es un gusto pasar por donde uno construye, mirar los resultados de lo que ha dejado uno a través de los años, Cuando ya termina uno, y pasa uno, dos o 5 años, uno dice ‘yo hice, ahí andaba’.
Orgulloso, asegura que sus 4 hijos hombres optaron también por ser albañiles, y así sacan adelante a sus familias.
La celebración eucarística concluyó con la bendición de las cruces, que levantaron todos orgullosos, con una sola petición “que hay un día más de trabajo”.