Entre críticas al retraso en el trabajo legislativo, las disputas internas y la división en los grupos parlamentarios, arrancó de manera formal el segundo año de trabajo del Congreso de Michoacán, donde el PRI criticó la falta de avances en materia de seguridad, mientras Morena pidió reconocer lo que se hace bien desde el gobierno.
En ausencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien fue representado por el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, el legislador Verde Ecologista, Ernesto Núñez Aguilar fue el primero en evidenciar en la tribuna legislativa las diferencias que prevalecen en este Poder, al reconocer el retraso del trabajo en comisiones y llamar a que no sea la mezquindad y el odio los que guíen a la LXXV Legislatura local, tras advertir que no participará de manera facciosa con ningún grupo parlamentario.

“Las grandes diferencias personales que han existido, solo han servido para paralizarnos y retroceder, no permitamos que la mezquindad, la venganza personal y el odio, marquen la agenda de esta Legislatura”.
Sin embargo, priistas y morenistas resaltaron los temas pendientes en los gobiernos opositores.
El diputado tricolor, Felipe de Jesús Contreras Correa, aseguró que la productividad y la competitividad, junto con la seguridad son asignaturas pendientes.

“Los números pueden variar, pero la apreciación en general es que persiste la inseguridad pública. Por lo que es necesario atender desde sus causas, para que Michoacán sea un Estado con paz social, fuerte y atractivo para las inversiones productivas, como lo ha sido en otros tiempos”.
Por la bancada de Morena, Juan Carlos Barragán Vélez llamó a trabajar “más allá de ideologías políticas e intereses personales o de grupo”, así como a reconocer “las cosas que se hacen bien desde el gobierno”, pero enfatizó en los pendientes que recibieron como gobierno.

“Que los errores del pasado nos sirvan de lección sobre lo que ya no se puede seguir haciendo, por décadas saquearon a nuestro país y a nuestro estado, nos entregaron un Michoacán inseguro, sin gobernabilidad, inmerso en una crisis económica; pero eso tiene que cambiar, y ya está cambiando”.
En voz de Mónica Valdez Pulido, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que la Legislatura le ha quedado a deber a los ciudadanos, ya que “fueron más notorias las notas periodísticas basadas en escándalos, exabruptos y excesos”.

Recién estrenada como coordinadora parlamentaria del PAN, Mónica Lariza Pérez Campos planteó la urgencia de combatir la corrupción mediante un trabajo conjunto entre el Ejecutivo y el Legislativo, al refrendar su posición como “críticos acérrimos” de estrategias y políticas que no funcionen.

“No podemos permitirnos más como entidad federativa seguir siendo de los bajos a nivel nacional en materia de producto interno bruto per cápita”.
La coordinadora de la Representación Parlamentaria, Fanny Arreola Pichardo resaltó un incremento “inmoral”, en los índices de inseguridad, corrupción, impunidad y endeudamiento, y expuso cifras del semáforo Delictivo, que señalan que durante julio de este año se cometieron 135 homicidios, 2 secuestros, 2 feminicidios y 381 robos de vehículos.

Por la bancada del Partido del Trabajo, Gabriela Cázares Blanco llamó a superar el año de “pugnas intestinas” y a no dejarse deslumbrar por el espejismo del medio millar de iniciativas que se presentaron y de las que se dictaminaron 180, al señalar que no se erradicaron los males sociales.

Finalmente, la diputada Luz María García, del Partido Encuentro Solidario (PES) resaltó más bien el trabajo que realizó en el primer año como legisladora y se pronunció por privilegiar a los sectores marginados.
