Corría el año de 1902, el mundo comenzaba a experimentar tensiones bélicas entre diferentes países. En un laboratorio al norte de Bohemia Marie Sklodowska-Curie y Pierre Curie extraían de las sales de uranio un compuesto peculiar.
El radio es un elemento radiactivo (Ra-226) cuyo tiempo de vida es de aproximadamente 1600 años, el radio emite una luz azul tenue.
Con un color único para su tiempo y propiedades no comprendidas por completo, el radio se volvió el descubrimiento de la época, sus propiedades radiactivas (en ese momento descubiertas) inmediatamente fueron explotadas en actividades industriales.
Lo que no se sabía eran los efectos de la radiactividad en el cuerpo humano, la aún no consolidada ciencia de la radiobiología sería la encargada de explicar a futuro cuales son estos lamentables efectos.
La primera guerra mundial se llevaba a cabo, una pequeña empresa llamada Radium Corp. Ganó la licitación para fabricar los relojes de mano a los soldados que estarían en el frente de la guerra. La empresa contrató 300 jóvenes mujeres del pueblo de Orange, New Jersey para pintar los números de los relojes con una peculiar pintura compuesta principalmente con sulfuro de zinc y radio.
-Brillante en la oscuridad, como si se tratara de magia, quizás podría serlo– Era lo que pensaban las chicas que se dedicaban a pintar los números.
Eran suficientes, pintura y pincel para poder pasar toda una jornada laboral en la fábrica. Comparado con los trabajos disponibles en ese momento (que solo eran vendedora en centros comerciales y personal de limpieza) ser parte de las pintoras de números era un trabajo soñado. Ganas de salir adelante.
El trazo tenía que ser exacto, fino, con estilo, sin desperdiciar demasiada pintura. Debido al uso excesivo los pinceles comenzaban a estropearse, a lo que las pintoras para poder alcanzar un trazo más fino llevaban el pincel a su boca y lo humedecían. Las jornadas laborales pronto superaron las 8 hrs.
Lip, Dip, Paint, era lo que se podía escuchar por los pasillos de aquellas fábricas. Lamer, sumergir y pintar. Algunas de ellas notaron pronto con un poco de gracia un sabor a tierra en la lengua y sus dientes brillantes en la oscuridad. Un poco de polvo de radio en el cabello generaba una apariencia única.
¿Qué podría salir mal?
Todo comenzó con una molestia en un diente, ella desconocía cual era el problema que tenía, al poco tiempo ese dolor fue insoportable, tuvieron que extraer el diente. En su lugar se encontraba una ulcera brillante, le siguió un intenso de piernas y el mal también se extendió través de la mandíbula, los oídos y la boca entera. Lo peor de la situación sucedió cuando el dentista en un procedimiento de exploración desprendió la mandíbula con solamente la presión de sus dedos.
El radio al entrar al cuerpo humano se deposita principalmente en los huesos, dañando de esta misma manera a los tejidos blandos alrededor de ellos. Las enfermedades recurrentes en las personas expuestas a radio son sarcomas óseos y carcinomas de los senos paranasales y mastoides.
Las trabajadoras expuestas al envenenamiento por radio comenzaron un juicio para demandar a la empresa que las expuso a esta sustancia, sentando así las primeras bases de lo que hoy se conoce como las normas de seguridad en trabajo y riesgos ocupacionales. Como es algo particular en este tipo de situaciones, los dueños de la empresa Radium Corp. Modificaron los informes para esconder los efectos que el radio había tenido en las trabajadoras y la Corte de New Jersey aceptó dichos informes modificados.
Es así como esta historia se vuelve una de las más relevantes para la radiobiología y la seguridad ocupacional.
Radio ¿Amigo o enemigo?
El radio descubierto por Marie y Pierre Curie, fue un parteaguas en su momento, el nuevo concepto de la radiactividad representó una nueva rama de la física. El mal uso de cualquier sustancia puede llevarnos a una tragedia por ejemplo el alcohol, los antidepresivos o la comida ultra procesada. La ciencia nos ha dado la oportunidad de tener más conocimiento sobre los efectos nocivos de lo que nos rodea día con día para poder hacer uso adecuado de todo. Lejos de un enemigo el radio llegó para quedarse, ya que se estudian diversas formas de su uso desde radioterapia (tratamiento complementario en el cáncer usando radiación) hasta su uso industrial en la traza de elementos.
Los elementos radiactivos no entienden de negligencia, buenas prácticas laborales y seguridad en el trabajo, ellos solamente se encargan de emitir energía sin importar dónde, cuándo o quien sea. La seguridad en el trabajo depende de la sociedad misma y las autoridades encargadas de vigilar que todo se lleve a cabo de manera segura. Una vez más hemos observado como la negligencia y la corrupción pueden convertir el descubrimiento científico del siglo en una tragedia anacrónica.
Y tú ¿sabes si en tu trabajo estás en contacto con sustancias dañinas?
Fuentes
Human health effects of radium: an epidemiologic perspective of research at Argonne national laboratory, J.H. Sterbings, US department of energy. 1959.
Radium Poisoning: 40 Years Later. JAMA. 1965;193(7):25–29. doi:10.1001/jama.1965.03090070097058
Radium Girls, Richard B. Gunderman and Angela S. Gonda, Radiology 2015 274:2, 314-318, https://doi.org/10.1148/radiol.14141352
