Luego de que en los últimos cuatro meses se han incrementado los precios de los insumos básicos para la elaboración del pan, aunado a la crisis económica por la pandemia del Covid-19 y la temporada de calor, el sector panadero se encuentra muy golpeado, por lo que revisarán sus costos para hacer ajustes en el precio final al consumidor con la posibilidad de que aumente, de tal forma que así se pueda mantener la empresa en operaciones y los empleos.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) delegación Michoacán, Genaro Ruiz Martínez, informó que desde hace dos años no se aumenta el precio del producto y la última ocasión que se hizo fue de un 10%, por lo que, esa podría ser la referencia para recuperar un poco lo perdido en este tiempo de crisis, sin embargo, aclaró que cada panadería determinaría el aumento.

“Ante este embate de aumento de precios que se ha dado, nosotros también hemos comentado con los compañeros y cada quien tiene que hacer su revisión de costos de producción y tomar sus decisiones. Es difícil determinar en cuanto sería en el caso de las panaderías que quisieran hacer un ajuste en cuanto sería, ya que todas nos movemos con diferentes costos de producción”.
Por su parte, el consejero de Canainpa en Michoacán, Oliverio Cruz Martínez, explicó que de una canasta de 100 piezas de pan, la rentabilidad es del 10% luego de tener que pagar todas las obligaciones fiscales, insumos, así como el gasto de gasolina y luz.
Actualmente en las panaderías tradicionales el precio del pan blanco ronda entre 3.50 y 6 pesos, mientras que el pan dulce se vende desde 4 hasta 8 pesos.
“Estamos en una línea muy delicada porque los costos de producción alcanzan hasta el 80% ahorita y eso nos perjudica bastante porque en cualquier movimiento de ventas estas por debajo de los costos de producción. De cada peso que invertimos para producir un pan, necesitamos 90 pesos para cubrir todas las obligaciones”.
El aumento de costos como el gas LP y grasas como aceites y mantecas han sido de hasta un 40%, mientras el precio del huevo no bajó después de la temporada de invierno, las harinas en un 25% y en general todos sus insumos se han encarecido.