Morelia, Mich.– En el Zócalo capitalino, lleno de simpatizantes y militantes de Morena, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo conmemoró su primer año de Gobierno reafirmando el rumbo ideológico de su administración: el fin del neoliberalismo y la consolidación de lo que llamó “modelo humanista de la Cuarta Transformación”.
En el discurso, Sheinbaum Pardo aseguró que México dejó atrás la etapa neoliberal, caracterizada -dijo-, por el abandono del Estado y el desmantelamiento de los derechos sociales.
“El neoliberalismo significó el abandono del Estado, la entrega de los recursos públicos y el olvido del pueblo. Nosotros demostramos que hay otra forma de gobernar: con bienestar, con justicia y sin corrupción”, afirmó la mandataria.
Acompañada de integrantes de su gabinete, dirigentes del movimiento y gobernadores, Sheinbaum destacó que las seis reformas estructurales impulsadas en su administración y del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya fueron aprobadas, lo que consideró un logro histórico y una base firme para la transformación social y económica del país.
La presidenta subrayó que las reformas aprobadas y las que aún siguen pendientes en su primer año representan la institucionalización del proyecto de la Cuarta Transformación y el cierre del ciclo neoliberal iniciado en los años ochenta.
Entre ellas, destacó la Reforma Judicial, para acercar la justicia al pueblo y garantizar su independencia. Reforma laboral, que reduce la jornada a 40 horas y amplía derechos a las y los trabajadores. Reforma energética, que refuerza la soberanía nacional y promueve la transición hacia energías limpias. Reforma educativa, con enfoque humanista, científico y gratuito. Reforma de seguridad pública, que consolida a la Guardia Nacional bajo mando civil. Reforma de austeridad y combate a la corrupción, que elimina privilegios y refuerza la transparencia.
“Estas reformas representan el nuevo pacto social de México. Significan el fin del viejo régimen de privilegios y el inicio de una etapa donde el pueblo es el centro de la vida pública”, señaló.
Sheinbaum explicó que su gobierno busca redefinir el papel del Estado, no como simple regulador, sino como garante de bienestar. “Durante décadas se nos dijo que cada quien debía resolver su vida por sí mismo. Hoy sabemos que solo con el Estado presente y con el pueblo organizado se logra el bienestar colectivo”, sostuvo.
La presidenta sostuvo que el modelo humanista mexicano no niega la iniciativa privada, pero la subordina al interés público y al desarrollo sostenible. Su administración, dijo, apuesta por un equilibrio entre crecimiento económico, justicia social y sustentabilidad.
La mandataria insistió en que la superación del neoliberalismo no es solo una consigna política, sino una transformación estructural que redefine la economía, el Estado y la moral pública. “Nuestro proyecto es profundamente humano: busca la felicidad del pueblo, no la acumulación de unos cuantos”.