El presidente Andrés Manuel López Obrador, firmó el decreto por el que se prohíbe la circulación y comercialización de los nuevos productos del tabaco, conocidos como vapeadores y cigarrillos electrónicos, que ya han probado 6.5% de los niños y jóvenes mexicanos desde los 7 años edad.
En la “mañanera”, explicó que fueron insuficientes las alertas de consumo y el decreto que emitió el gobierno federal en octubre del 2021 para impedir la exportación y la importación de estos productos, ya que las empresas mantuvieron la comercialización en plataformas digitales

López Obrador aclaró que el decreto no tiene relación con la información que publicaron medios de comunicación nacionales sobre un anteproyecto de decreto que envió a la Secretaría de Salud, para reformar la Ley General de Salud e incrementar las prohibiciones para fumar en plazas, estadios y centros de espectáculos.
“Nada tiene que ver con la mala leche del Reforma y de El Universal. Miren lo que publican hoy, porque lo que buscan… “Aprietan a fumadores’, porque quieren echarnos encima a los fumadores. Son de lo más obvio nuestros adversarios. Ternuritas, hasta nos ayudan por eso. Esto es distinto, esto es una iniciativa de ley de los legisladores para espacios abiertos. Esto es el Reforma. Miren El Universal. Esto no tiene que ver con nosotros, es una iniciativa del Congreso”.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez informó que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 45% de jóvenes ya conocen los vapeadores y de estos, 6.5% lo han probado alguna vez, incluidos niños desde los 7 años de edad.
Explicó que el tabaco es un producto que daña la salud, pero advirtió que los vapeadores y los cigarrillos electrónicos, representan mayor riesgo ya que añaden sustancias que buscan “hacerlo más apetecible y más adictivo”.
Señaló que desde los años 60 la industria tabacalera diseñó estos artefactos para que los adictos, en lugar de quemar y respirar el tabaco, lo vaporizan o extraen la sustancia y la mezclan con un aceite, que con un mecanismo electrónico genera vapor que aspiran y generan daños a los pulmones y otros órganos.
“Hoy la industria del tabaco amenaza a la niñez y a la adolescencia porque con estos nuevos productos eléctricos, logran que desde edades muy tempranas, 7, 8 años, 10, 11 años, niñas y niños de primaria empiecen a explorar los productos del tabaco, que invariablemente son dañinos y adictivos”.
López-Gatell, se refirió a la publicidad “engañosa y mentirosa” de la industria tabacalera, que pretende hacer creer que es más dañino respirar que “aspirar los vapores del tabaco”, a través de mercadotecnia