Propietarios de tortillerías de Uruapan decidieron cerrar sus puertas este miércoles, debido a las presuntas amenazas telefónicas que recibieron de sujetos desconocidos, quienes les advirtieron de “consecuencias” si prestaban servicio al público.
El presidente municipal, Ignacio Campos Equihua señaló que los afectados rechazaron proporcionarle mayor información por temor, pero precisó que el 100% de las tortillerías no abrieron, ya que existe una psicosis por los ataques armados que sufrieron los transportistas el fin de semana y ahora otro sector económico enfrenta intentos de extorsión.
Pese a que el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla e integrantes de su gabinete, aseguraron que la reforma al Código Penal, ya no requiere de presentar denuncia para iniciar y realizar la investigación, el alcalde explicó que sin las denuncias se complica el trabajo de la Fiscalía General del estado.
Campos Equihua, precisó que al no existir ninguna querella ni sobre el tema de las tortillerías ni de los ataques a taxistas y urbanos, no es posible que se tenga información importante para detener a los responsables.
Señaló que al momento no se ha identificado a los posibles autores de las amenazas, aunque adelantó que tienen sospechas de los grupos criminales que operan en Michoacán.
El alcalde morenista, explicó que en Uruapan se encuentra una base la Guardia Nacional (GN) y trabajan de manera coordinada con el Ejército Mexicano, pero reconoció que no tiene el número elementos de seguridad que establecen organismos internacionales, además de que muchos son distraídos en hacer notificaciones
Señaló que en este momento tienen 400 policías municipales, pero faltan 350 para cumplir con la norma internacional.