Esta semana el gobernador de Michoacán tocó la puerta de Organismos Internacionales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Estados Americanos (OEA), para llevar las pruebas de que en Michoacán hubo participación del crimen organizado en las elecciones del pasado 6 de junio y que ello implica muchos riesgos, inclusive para lo que podía ocurrir en 2024.
La OEA es el organismo regional más antiguo del mundo, México forma parte desde hace 73 años, ha sido arquitecto y parte de la organización durante toda su historia.
México ha contribuido al desarrollo institucional de la OEA a partir de iniciativas concretas en sus cuatro pilares: Promover la democracia y defender los derechos humanos, por mencionar algunos.
¿El gobernador viola la constitución y soberanía de México? Por supuesto que no, lo que exige es que se investigue, y que de alguna u otra manera los organismos sugieran a México revisar el tema, eso se puede, y no viola la Constitución, es más, es parte de la esencia de los tratados, y de la paradiplomacia.
Hoy los únicos que se adelantan a señalar a Silvano de traidor no son más que aplaudidores del presidente, así como los chavistas lo hicieron en Venezuela, y quienes aplauden que Cuba es un ejemplo, como si el mensaje fuera que el gobierno mexicano quiere imitarlos.
El periodista Julián Andrade en su reciente columna de opinión, señala: “¿Qué diferencia hay entre Michoacán y Sinaloa? Que en el primer estado el gobernador está empeñado en que se conozca el nivel de participación de la criminalidad y en el segundo ya no quieren saber nada del asunto por lo que ocurrió el día mismo de la jornada electoral, donde decenas de operadores de la alianza Va por México fueron secuestrados”.
Por su parte, el columnista Salvador García Soto en su texto titulado: “Morena ¿Organización criminal para EU?”, da cuenta de un alcalde electo de Morena que fue interrogado por agentes de Estados Unidos, sobre sus posibles nexos con líderes delincuenciales.
Seguro de esto ya tiene conocimiento el gobierno mexicano, y la denuncia pública del Gobernador del estado viene a confirmar lo que quizás para los norteamericanos era sospecha. Así que las pruebas que entregó el gobernador a los Organismos Internacionales servirán para sentar un precedente.
Sin duda, la seguridad nacional, es un tema en el que no hay punto de coordinación con Estados Unidos, la estrategia de “Abrazos y balazos” está costando vidas, y el tema será punto de choque entre el presidente Biden y Andrés Manuel, por eso, AMLO adelanta una ruta en que Estados Unidos quede fuera de la cooperación desde el ámbito regional.
El Presidente de México aseguró que debe sustituirse a la OEA por una organización «no lacaya» de nadie. Lo dijo en el homenaje a Simón Bolívar ante miembros de la Celac, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. La Celac es lo más acabado a aquel sueño del “Libertador” de tener una América Unida.
Con esto, es claro que México impulsa el desplazamiento de la OEA, y ha logrado revivir a la CELAC como una apuesta para la solución de problemas latinoamericanos.
Esta propuesta ya fue promovida antes por los expresidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
¿Qué diferencia a la OEA de la CELAC? Que en la segunda quedan fuera Estados Unidos y Canadá.
Al tiempo.
