“La situación salió de control”, afirmó el policía municipal de Morelia, Julio Arlei N., ante la juez de control Amalia Herrera Arroyo, al defender que acudió junto con su compañero Juan Manuel N., al fraccionamiento Jardines del Toreo a atender un reporte el 12 de agosto del 2020, en el que resultó muerto el joven Julio César Chagolla Salcedo.
En la audiencia de desahogo de pruebas, señaló que solo buscaban cumplir con su labor y que de haber conocido que estaba enfermo, no habrían disparado sus armas y lo hubieran canalizado a barandilla para que ahí se resolviera su situación jurídica.
A nombre también de su compañero Juan Manuel N., con quien han permanecido en prisión preventiva durante más de 2 años, acusados de homicidio doloso, dijo ser padre familia y sentirse lastimado por lo ocurrido.
Lamentó que se les trate como “sicarios” en los medios de comunicación y por la misma Fiscalía General del Estado (FGE), al relatar que si su intención hubiera sido privar a Julín de la vida, lo habrían hecho desde que llegaron al fraccionamiento.
Recordó que tras recuperarse de la herida que sufrió en la pierna, como consecuencia de los hechos del Fraccionamiento Jardines del Toreo, acudió de manera voluntaria a declarar sobre lo ocurrido y desde entonces se ha sometido al proceso sin resistencia.
“Nosotros acudimos y la situación salió de control, pero no nos traten como si fuéramos culpables, así fueron las cosas”, afirmó.
Cada uno de los policías tuvo su defensor particular durante todo el proceso judicial, en el que argumentaron que los uniformados dispararon contra el joven, debido a que forcejeó con Julio Arlei, para quitarle el arma.
Los litigantes argumentaron que Julín nunca respondió a las órdenes verbales para tranquilizarse y que al ser identificado al interior de la vivienda, realizaba destrozos y tenía un comportamiento violento.
También expusieron que al realizar la prueba para identificar rastros en las manos que les permitieran identificar si habían disparado un arma, el análisis del joven no fue definitivo debido a que estaba manchado de sangre.
No obstante, aseguraron que las armas de los otros 3 policías que estaban en el lugar sí dieron positivo, pese a que juraron que nunca las habían disparado desde que las pusieron a su cargo.
Por ello, consideraron que existe “duda razonable” y que las acusaciones de la Fiscalía no son contundentes, por lo que pidieron a la jueza exonerar a los policías de las acusaciones en su contra.