Marie Sklodowska-Curie fue una de las científicas más destacadas en la historia de las ciencias, es conocida por su contribución en áreas de la física y la química, por el descubrimiento de la radiactividad, así como añadir a la tabla periódica los elementos radio y polonio. De procedencia polaca, Marie estudió en la universidad de la Sorbona.
En 1914 se terminó de construir el Instituto del Radio, laboratorio de investigación que sería comandado por Marie, desafortunadamente, en ese mismo año comenzaría la primera guerra mundial, suceso que daría un gran cambio en la vida de la científica.
Durante el periodo de guerra la mayor parte de los colaboradores del Instituto del Radio fueron llamados al frente de guerra, lo que pronto traería el sentimiento de buscar ser útil en la guerra a Marie, por las políticas militares en esos tiempos, no eran permitidas las mujeres en los campos de batalla, aunque Marie encontraría la forma de llegar al frente.
Los rayos x descubiertos Wilhelm Röentgen pronto tuvieron sus primeras aplicaciones en la medicina para realizar radiografías. Marie rescató esta idea y la mejoró, realizando una máquina de rayos x portátil, capaz de ser transportada a los hospitales itinerantes en el frente de guerra.
Curie pensó que si los médicos de guerra tenían una mejor idea de lo que sucedía dentro del paciente podrían hacer mejores esfuerzos para salvar sus vidas.
Manos a la obra
Marie Curie entonces tenía la idea clara, necesitaba llevar máquinas de rayos x móviles al campo de batalla, entonces estudió anatomía de manera autodidacta, se enseñó a manejar un automóvil y también como reparar las averías. Su primer prototipo funcionó de manera adecuada, ahora el problema era conseguir los recursos para poder desarrollar más máquinas de este tipo.
Con el temperamento que la caracterizaba, Curie ofreció al banco de Francia sus dos medallas de premio nobel para que el oro fuera utilizado como un bien en la guerra, tras ese gran escándalo le fueron otorgados recursos limitados, pero suficientes para demostrar la gran utilidad de su idea.
Ya en los hospitales al frente de batalla, Marie Curie comenzó a capacitar a los médicos para poder leer las radiografías y poder usarlas como guía para extracción de balas o fracturas simples.
Sin duda alguna el carácter, la genialidad y la pasión por el trabajo forjaron en Marie Curie uno de los personajes más celebres en la historia de la ciencia.