En el mensaje navideño del sumo pontífice de la Iglesia Católica, el Papa Francisco I, enumeró una serie de deseos, entre los que destacó la petición para que la vacuna contra el COVID-19 llegue a todas las personas, la cual se presentan como “luz de esperanza” en el mundo.
Pidió a los representantes de los países, empresarios y organismos internacionales, promover la cooperación y no la competencia, dejando de lado los nacionalismos que impiden la convivencia entre los humanos.
“No podemos dejar que los nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que somos. Tampoco podemos dejar que el virus del individualismo radical nos supere y nos haga indiferentes al sufrimiento de otros hermanos y hermanas”
En otro de sus deseos, destacó el ruego por la paz para el Medio Oriente, el Mediterráneo Oriental, el Cáucaso y el continente africano, para que esta Navidad del 2020 de pie a disolver las tensiones entre estas zonas de conflicto, afectadas por las guerras internas o de países.
“Que sus rostros conmuevan las conciencias de las personas de buena voluntad, de modo que se puedan abordar las causas de los conflictos y se trabaje con valentía para construir un futuro de paz”