El Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos confirmó que el presbítero Alfredo Gallegos Lara, conocido como “padre Pistolas”, quedó suspendido de su ministerio desde el pasado 4 de septiembre de este año, por lo que no tiene facultad para celebrar la Misa, Primeras Comuniones ni organizar confirmaciones, matrimonios, ni otra actividad sacerdotal.
En un comunicado emitido el 14 de diciembre, el jerarca de la Iglesia Católica recordó que el 20 de noviembre del 2021 emitió la primera amonestación, que le envió con el entonces Obispo Auxiliar, Juan Espinoza Jiménez y el vicario episcopal de la Zona IV de Nuestra Señora de la Luz, José Filemón Guzmán Tapia, quienes dialogaron con el presbítero para exhortarlo a corregir su actuar, en lo relacionado “al vocabulario vulgar y ofensivo, calumnias para con el obispo, los sacerdotes y los fieles”.
Garfias Merlos criticó también el uso del altar y las homilías para promocionar remedios y curaciones, así como la utilización de un lenguaje inapropiado contra las mujeres.
Señaló que el 22 de mayor del 2022, el obispo auxiliar, Herculano Medina Garfias le entregó al sacerdote una segunda amonestación y finalmente el 4 de septiembre de ese año le prohibió el ejercicio del ministerio sacerdotal por todos los elementos expuestos, pero además por incumplimiento en el apoyo económico para el sostenimiento del seminario, las misiones, obras piadosas de la Iglesia y escándalo en la comunidad de fieles.
El Arzobispo explicó que a través de abogados civiles, el presbítero envió una petición de revocación del decreto de suspensión, que tuvo como respuesta el silencio administrativo, lo que significa una negativa a la solicitud.
En conclusión, Carlos Garfias aseguró que el padre Alfredo Gallegos “con abierta desobediencia al ministerio sacerdotal, sin hacer caso a la prohibición, tampoco ha corregido su vocabulario, ni las ofensas y continúa con la promoción de sus remedios desde el altar”.
