Con un mensaje de paz, justicia y reconciliación, el Nuncio Apostólico, Franco Coppola arribó la mañana de este viernes al municipio de Aguililla, donde encabezó una misa para conmemorar a las víctimas de la violencia en el corazón de la Tierra Caliente.
Tras recordar que en los últimos meses, este municipio ha sido el centro de la violencia en Michoacán, tras ser azotado por los grupos del crimen organizado, Monseñor Franco Coppola, se dirigió a los pobladores para expresarles que aunque las víctimas ya no están físicamente, sus nombres estarán grabados en el corazón del Señor, y por ellos, fue ofrecido dicho sacramento.
“Nadie se acuerda o guarda los nombres de la gente que los mató, pero ellos y su memoria quedan con nosotros, son nuestros santos mártires, los mexicanos tienen este dolor, saben luchar para defender, su fe, su familia, su amor, sus seres queridos y sabemos que los que parecen tener el mando sobre esta tierra pasan, se van y se van en el olvido.
Por su parte, el obispo de Apatzingán, Cristóbal García se dirigió a los integrantes del crimen organizado y les hizo un llamado a la reconversión de caminos y para quienes también ofreció la oración para que se dé ese cambio de vida y que ha cobrado miles de víctimas.
La celebración religiosa se llevó a cabo en la cancha de la escuela primaria Josefa Ortiz de Domínguez, donde decenas de pobladores asistieron vestidos de blanco y con globos.
Al término de la ceremonia religiosa, el Nuncio Apostólico tuvo una comida en el pueblo, rodeado de los habitantes que piden retorne la paz y que haya libre tránsito para la entrada y salida del lugar.
Luego de dicha convivencia, Coppola se dirigió a la comunidad de El Aguaje, donde dará un mensaje y la bendición a todos los fieles que se acerquen, para posteriormente regresar a Apatzingán, donde emitió un nuevo mensaje en la glorieta a Chandio.