“No soy hipócrita, porque no soy conservador no tiro la piedra y escondo la mano”, afirmó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al rechazar las acusaciones del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien la víspera acusó al Ejecutivo Federal y “a su partido” de estar detrás de los hechos de violencia que se registraron en el estado, por la muerte de Giovanni López.
En la mañanera, pidió que “si tiene pruebas el gobernador que las de a conocer” y descartó que el gobierno federal inicie alguna investigación.
“Debe hacerse pero corresponde a la autoridad local y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, sólo si lo decide la Fiscalía General de la República, porque es autónoma si hay elementos para que intervenga, sin duda la CNDH, es de oficio, pero nosotros no intervenimos, no me meto en cuestiones partidistas”.
De igual forma, aseguró que el gobierno federal no usó la fuerza pública durante las protestas.
“No vamos a dar motivo a que se esté especulando que nosotros tenemos intereses de perjudicar al gobierno de Jalisco, no vamos a car en ese juego, por eso nos hacemos a un lado. No es la primera vez, y no respondemos”
López Obrador, aceptó tener “diferencias con el gobernador de Jalisco, diferencias políticas, ideológicas”, pero aseguró que actúa con responsabilidad y no participa en cuestiones partidistas.
“No soy jefe de grupo, jefe de partido, represento al Estado mexicano. No tengo ningún propósito de afectar autoridades locales”