En su primer discurso como Arzobispo Coadjutor de Morelia, el michoacano José Armando Álvarez Cano sentenció que no se puede cerrar los ojos a una realidad que duele y llama a una tarea más comprometida con el bien común de parte de todos los sectores de la sociedad.
Álvarez Cano destacó que el mundo moderno pasa por una crisis de humanidad que afecta a Michoacán por la violencia, salud pública, educación y gobernabilidad y que se convierten en desafíos para hacer una sociedad más fraterna.
“Nuestro país está inmerso en este mundo global, comparte esa realidad necesitada de misericordia y compasión, añadiendo nuestra propia problemática en nuestro estado, de violencia, de salud pública, de educación, de gobernabilidad. No podemos cerrar los ojos a una realidad que duele y nos llama a una tarea más comprometida con el bien común”
Además, destacó la importancia histórica de la Arquidiócesis de Morelia y la participación de innumerables miembros en la lucha de Independencia, sus aportes en la cultura y las artes, así como esta crisis de humanidad.