Mujeres que buscan madres, hijas o hermanas desaparecidas; que exigen castigo para los feminicidas, que demandan cese al hostigamiento y la violencia de género; miles de adultas, jóvenes y niñas levantaron el puño en alto en señal de lucha y salieron a las calles de la capital michoacana, este 8 de Marzo.
La movilización de colectivas feministas que integran la Asamblea de Mujeres partió desde el Obelisco a Lázaro Cárdenas en Morelia bajo la consigna de que “no llegamos todas” y de que la problemática de género se mantiene en todos los sectores de la sociedad.
“Galope Sororo”, como se hizo llamar un grupo de escaramuzas y de caballos bailadores, acompañó la protesta de este Día de la Mujer para denunciar de manera pública la discriminación y hostigamiento que también enfrentan.
“Se toma en cuenta más al charro que a la escaramuza, tenemos poca decisión en nuestras coordinadoras y las personas que están a cargo de las jurisdicciones; en los caballos bailadores no tienen una categoría específica, no están como juezas, hay muchos casos de acoso, se exige que tengan sus espacios”, señaló su vocera Sandu Franco.
Las participantes sostienen con fuerza sus pancartas, reclamando la atención de los espectadores; Irma Martínez es una de las cientos de mujeres que con una “Alerta de Búsqueda” clama la aparición de su sobrina Alejandra, de quien hace más de dos años no saben nada, mientras en casa la esperan 2 menores de 8 y 10 años de edad.
“Yo me uní a la marcha por mi sobrina desaparecida, ella tiene ya dos años desaparecida y en la Fiscalía no han dado información, no han dado seguimiento, no han dado respuesta, de hecho ni siquiera nos han recibido. Ellos saben que está desaparecida, solamente preguntan que cuándo va a regresar, que ya la necesitan, que quieren que los lleve a la escuela”.
Entre consignas, los contingentes avanzaron por la avenida Madero, recibiendo muestras de solidaridad de ciudadanos; mujeres en motocicleta hicieron sentir la fuerza del reclamo de quienes lloran la falta de una madre desaparecida o una hija asesinada por su pareja.
Gabriela asistió por primera vez a la marcha, como ejemplo para su hija que carga en brazos; relató que han sufrido casos cercanos de feminicidios y “complicaciones” de violencia, por lo que decidió dar muestra de fortaleza y de lucha por sus derechos.
“Que no se deje, que esté muy alerta y que tenga conciencia de la igualdad de género, que es lo que creo que ahorita no hemos logrado erradicar”.
A lo largo de la marcha, un grupo de mujeres vestidas de negro pegaron en paredes algunos carteles con rechazo a la violencia contra los menores.
Con historias y reclamos diferentes pero unidas en el reclamo de justicia e igualdad, la marcha concluyó cerca de dos horas después en el centro de Morelia.
