Morelia, Mich., El jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas Batel, aseguró que el proceso de discusión de la reforma electoral impulsada por el gobierno federal “no es una simulación”, y sostuvo que la participación es libre, abierta y sin condicionamientos partidistas.
Tras encabezar el Foro Nacional de la Reforma Electoral, realizado este miércoles en Michoacán, Cárdenas Batel, quien es integrante de la Comisión Presidencial encargada de coordinar los trabajos, subrayó que cualquier persona interesada puede aportar propuestas, sea o no militante de un partido político.
“Aquí es libre y abierta la participación. No hay intención alguna de simular, ni necesidad tampoco. Este es un espacio para construir una propuesta que en su momento será discutida por las fuerzas políticas y por el Congreso”, afirmó.
El funcionario federal destacó que en las audiencias realizadas en la Ciudad de México ya se han recibido opiniones y planteamientos críticos hacia el gobierno, lo que, dijo, demuestra que el proceso “es plural y sin filtros ideológicos”.
En respuesta a las declaraciones del PRI, que anunció que no participará en los foros al considerar que se trata de una “simulación” impulsada desde el Ejecutivo, Cárdenas Batel reiteró que el proceso está abierto a todos los actores políticos y sociales.
“Si no es en esta etapa, seguramente participarán cuando la iniciativa llegue al Congreso, donde tendrán ocasión de opinar y fijar su posición. Pero si quieren hacerlo desde ahora, están abiertos los espacios”, señaló.
El representante presidencial insistió en que la propuesta final será resultado de un diálogo entre la sociedad, los partidos y las instituciones, aunque reconoció que será la presidenta de la República y el Congreso de la Unión quienes finalmente definan el rumbo de la reforma.
El foro en Michoacán reunió a líderes de partidos locales, legisladores, académicos, y autoridades electorales, quienes debatieron sobre la viabilidad de reducir costos en los procesos electorales, la representación política y la autonomía de los órganos electorales estatales.
Con ello, Michoacán se suma a las entidades que forman parte del debate nacional sobre una reforma que, según el gobierno federal, busca fortalecer la democracia y hacer más eficiente el sistema electoral, pero que, para la oposición, abre el riesgo de concentrar decisiones en el poder presidencial.