Valentín Rodríguez, titular del movimiento “113 por el Campo”, denunció que no hay razones válidas para que los productores y jornaleros “estemos jodidos”, lo que atribuyó a la inoperancia de los gobiernos que no tienen autoridad moral para garantizar el Estado de derecho, porque el sector agropecuario ofrece todo para lograr una vida digna.
En un encuentro con mujeres empresarias del estado, el también productor de aguacate compartió que el objetivo de su lucha es la defensa del campo a través de las gestiones para impedir más recortes presupuestales y “buscar asignaciones mayores que dignifiquen la labor de quienes trabajan la tierra”.
Declaró que “no tenemos por qué estar jodidos los michoacanos y lo estamos porque en apenas dos décadas llevamos siete gobernadores, nos dedicamos al chisme, a la política, al lleva y trae, y no nos dedicamos a trabajar, esto nos ha atrasado”.
Además, exhibió que “muchos grupos se han aprovechado de esa falta de autoridad moral, como maestros y normalistas, que hoy día tienen tomadas las vías del tren y no duden que al rato esté tomada la carretera Morelia-Tiripetío”.
Consideró que el gobierno debe anticiparse a esas acciones para brindar solución, sin que se genere ingobernabilidad y afectación a todos los sectores productivos de la entidad, por eso “insisto, porque el secretario de gobierno no está buscando una solución en lugar de andar en campaña, es obligación del gobierno resolver los conflictos sociales”.
Se dirigió a las mujeres presentes para asegurar que “los negocios en el campo son exitosos como cualquier otro, pero además aquí hay muchas oportunidades, muchísimas, tenemos todo en Michoacán” en materia agrícola, ejemplificó que “somos el primer lugar en la producción de aguacate, limón y guayaba, y muy importantes en el cultivo de mango, berries, fresas, toronja, lima, maíz, garbanzo, frijol, lenteja, nopales y muchos otros”.
Las mujeres participantes lamentaron que quienes están al frente de los gobiernos y políticas públicas, no tengan un perfil “de desarrollo agrícola, ni capacidad de honestidad y trabajo”, cuando la apuesta debe ser a la “empresa, ya que es la única generadora de empleo”.
