Debido a las deficiencias en la argumentación que hizo la Fiscalía General de Michoacán durante la audiencia, Francisco Ignacio Ortiz Manzano no alcanzó la pena máxima de 50 años de cárcel que establece el Código Penal del estado por el delito de feminicidio y el Tribunal de Enjuiciamiento lo sentenció a 40 años de prisión.
Francisco fue declarado culpable del crimen que cometió el 9 de julio del 2019, cuando apuñaló en repetidas veces a su esposa y madre de su hija, Gabriela Pérez Ayala, que dejó su último aliento en un establecimiento de venta de alimentos donde trabajaba.
Al emitir la sentencia, los jueces señalaron no la Fiscalía estatal no aportó pruebas para cubrir los requisitos que establece la norma y justificar la pena máxima e incluso señalaron al ministerio público por no solicitar la reparación integral del daño y limitarse al tema económico.
Precisaron que la Fiscalía no aportó información sobre las circunstancias en las que se desarrolló el feminicidio, ni de las condiciones síquicas del culpable y tampoco de la condición de la víctima
La señora Gabriela y el señor Félix, padres de la víctima atestiguaron el desarrollo de la audiencia oral acompañados por familiares de otras mujeres que han muerto por este delito; al finalizar la mujer de 46 años aseguró que con el resultado no hay justicia para su hija y apelarán la sentencia.
“Con lo ocurrido no hay justicia, porque lo que hizo de privar a una menor de vivir con su hija, crecer sin su madre, una familia desolada, no hay justicia, y no tengo palabras discúlpenme”.
En la sentencia, se determinó que Francisco Ignacio también tiene que cumplir con la reparación del daño, por lo que deberá pagar a las víctimas 513 mil 560 pesos; el costo de un tratamiento sicológico para los papás de Gaby y para su hija; así como la reparación del daño moral, aunque estos 2 conceptos no fueron solicitados por la Fiscalía.
“Sí queda a deber mucho(…), nos quedan muy cortos las fiscalías, deben ser más fuerte, más consistente para pedir penas máximas, que den más fuerza a las mujeres”.
La mujer de 46 años aseguró que apelarán la sentencia en los siguientes 10 días con la esperanza de ser escuchados.
“Me quedo con un amargo sabor de boca, porque es inhumano que los jueces sigan apoyando a los feminicidas, es mucho mi dolor, pero seguiré luchando porque se supere para que sigan dando penas máximas
La hija de Gaby tiene apenas 8 años, por lo que su abuela, lamentó que su propio padre la haya privado de su madre, y haya dejado a su familia sin una hija.
“Uno como padre no quiere que nada les pase, siempre los procura un bien para ustedes”.
