No habrá borrón y cuenta nueva: Cristóbal Arias

Morelia, Mich.- Además de enfrentar la corrupción, la impunidad, la deuda pública, el desempleo, la migración, el deterioro ecológico, la inseguridad y la violencia criminal, Cristóbal Arias Solís anunció que en su gobierno “no habrá borrón y cuenta nueva” para los gobiernos de Cárdenas Batel hasta el de Silvano Aureoles.

En el debate convocado por el IEM, el aspirante de Fuerza por México (FxM) a la gubernatura invitó a la sociedad michoacana a rescatar a Michoacán de la situación a la que lo llevaron los malos gobiernos del pasado y del presente, representados por Alfredo Ramírez Bedolla, candidato de Morena –“Juanito” del exgobernador Leonel Godoy y del viejo PRD-, y Carlos Herrera –“Juanito” del gobierno de Silvano Aureoles-.

El candidato del partido rosa dijo: “No más presas Odebrecht, miren quiénes representan la corrupción”.

En el tema de Gobernabilidad, Arias Solís ofreció un gobierno con capacidad, honestidad y un equipo de trabajo incorruptible, un gobierno de manos limpias, incluyente, plural y representativo de toda la sociedad michoacana, sin grupos o camarillas “como los que hemos vivido en Michoacán. Vamos por un gobierno diferente”.

Anunció observatorios ciudadanos en cada una de las dependencias del gobierno estatal para vigilar y dar seguimiento a las acciones de gobierno en materia de transparencia y de rendición de cuentas.

Recordó que el candidato morenista, ni siquiera presentó sus informes de gastos de precampaña por lo cual fue inhabilitado por el Instituto Nacional Electoral.

 “Es irónico que el candidato de Godoy hable de transparencia y rendición de cuentas, él no debería estar aquí. No debe ser candidato a gobernador, infringió la ley, es un acto de hipocresía.”

Arias Solís no dudó en señalar que los gobiernos desde Cárdenas Batel hasta el actual tienen cuentas pendientes y que integrará Comisiones de la Verdad para emprender las acciones legales en materia penal y administrativa para recuperar todo el dinero desfalcado o desviado para que sea destinado a la gente, para “devolver al pueblo lo robado”.