La mayoría de las ocasiones en que nos sentimos enfermos y tenemos fiebre, casi inmediatamente pensamos que podemos padecer una infección. Seguramente no la atribuimos inmediatamente a un virus o a una bacteria, simplemente lo que hacemos es buscar un antibiótico para tomárnoslo pensando que esto nos hará sentir bien.

Déjeme comentarle que no siempre se ocupa este tipo de medicamento para una supuesta infección, ya que, en muchas ocasiones, la mayoría de ellas es causada por un virus y no por una bacteria.

¿Cuáles son las razones por las que una infección por virus no requiere la administración de un antibiótico?, la respuesta está en que ambos poseen sustancias químicas diferentes, además, se reproducen de forma totalmente distinta, un virus necesita forzosamente de las células del ser humano para poder hacerlo, mientras que una bacteria no necesita de esto (Bosch, Biesbroek, Trzcinski, Sanders, & Bogaert, 2013).

La siguiente tabla nos muestra algunas de las principales diferencias entre un virus y una bacteria:

Característica	Virus	Bacteria
¿Produce fiebre?	SI	SI
¿Ocupa antibiótico?	NO	SI
¿Ocupa una célula del ser humano para reproducirse?	SI	NO
Puede cultivarse en un laboratorio clínico común	NO	SI

Con base en las razones médicas que son las más importantes al respecto de este tema, además de las principales diferencias entre un virus y una bacteria, es necesario el NO AUTOMEDICARSE, puesto que no sabemos si se trata de un virus o una bacteria (o incluso un hongo o parásito), eso nos lo tiene que decir el médico (Nepal & Bhatta, 2018).

Actualmente, la automedicación representa un problema de salud pública serio a nivel mundial (Aslam, y otros, 2020). Déjeme le comparto algunas de las posibles consecuencias en caso de tomar un antibiótico cuando puede tratarse de una infección por virus (Ruiz, 2010):

• En primer lugar, si usted toma un antibiótico no presentará ninguna mejoría, al contrario, puede ser que empeore su padecimiento y esto lo obligará a hacer lo que debió hacer desde un principio, que es acudir con el médico.
• También, puede ser que sus bacterias buenas (como comentamos en la entrega anterior), se vean afectadas y eso le puede traer otros problemas de salud que no son fáciles de tratar.
• Otra consecuencia muy importante y que está bien demostrada es que, la automedicación ha provocado que las bacterias malas se vuelvan mucho más resistentes a muchos antibióticos, lo cual representa un problema de salud pública a nivel mundial, y que preocupa bastante llevándonos a una situación muy complicada, muy parecida a los tiempos en que no existían los antibióticos.

Para terminar, estimado lector, quiero exhortarlo a que, no se automedique, acuda al médico desde el primer día que sienta las molestias. No se espere a que su enfermedad avance al punto en que se sienta muy mal e intente buscar un remedio para su padecimiento, es mejor que el médico le de una atención oportuna y que le recete el medicamento apropiado.

Gracias por su tiempo, nos vemos en la próxima.

Referencias:

Aslam, A., Gajdács, M., Zin, C. S., Rahman, N. S., Ahmed, S. I., Zafar, M. Z., & Jamshed, S. (2020). Evidence of the Practice of Self-Medication with Antibiotics among the Lay Public in Low- and Middle-Income Countries: A Scoping Review. MDPI Antibiotics, 1 – 17. http://dx.doi.org/10.3390/antibiotics9090597

Bosch, A. T., Biesbroek, G., Trzcinski, K., Sanders, E. A., & Bogaert, D. (2013). Viral and Bacterial Interactions in the Upper Respiratory Tract. Plos Pathogens, 1 – 12. http://dx.doi.org/10.1371/journal.ppat.1003057

Nepal, G., & Bhatta, S. (2018). Self-medication with Antibiotics in WHO Southeast Asian Region: A Systematic Review. Cureus, e2428. http://dx.doi.org/10.7759/cureus.2428

Ruiz, M. E. (2010). Risks of Self-Medication Practices. Current Drug Safety, 315 – 323. http://dx.doi.org/10.2174/157488610792245966