Morelia, Michoacán – El cortometraje “Niño no llora” aborda una temática profunda y vigente en la sociedad mexicana: la supresión de emociones en los hombres, un patrón que, según el cineasta, tiene sus raíces en el machismo y lleva a la explosión de sentimientos.
El proyecto surgió del interés personal del director por el tema del llanto. Él sentía que, en su vida personal, era poco común ver a los hombres de su familia llorar, a menos que estuvieran bajo los efectos del alcohol. Esta observación lo llevó a darse cuenta de que él mismo había adoptado esos patrones, encontrando difícil o incómodo llorar cerca de amigos o gente.
El director considera que la expresión es la base de algo sano y que reprimir las emociones solo lleva a la explosión.
El cortometraje muestra cómo la supresión de emociones es el eje central de la historia, afectando tanto al personaje joven (Chico) como a su padre, aunque cada uno la manifiesta de manera diferente.
- El Padre: Es el menos expresivo, mostrando apenas una pizca de tristeza en una escena donde está bebiendo.
- Chico: Aunque es más joven y está a tiempo de manejar sus emociones de forma distinta, también las reprime y las termina canalizando en enojo. El director señaló que es común que la tristeza se convierta en coraje, resentimiento o simple molestia.
Retos de Producción desde Cherán
El proyecto enfrentó desafíos logísticos significativos debido a la locación y la trayectoria del cineasta: - Producción a Distancia: El director, quien reside actualmente en Guadalajara, tuvo que lidiar con la preproducción desde la distancia mientras aún estaba en la universidad.
- Cineastas en Cherán: El director se identifica como “una de las pocas, pocas, pocas personas que hace cine” en su pueblo, Cherán. Esto dificultó encontrar productores locales o mover la logística.
- Apoyo Comunitario: La producción se logró gracias a la “mucha ayuda” de sus amigos y su familia. Específicamente, el Consejo de Jóvenes del Pueblo apoyó con el transporte para llevar al equipo y el equipo a la comunidad.
- Rodaje Extenso y Nocturno: El rodaje duró seis largos días. La mayoría de las escenas eran nocturnas—una decisión creativa del director para crear la atmósfera que buscaba— lo que resultó en desveladas y grabaciones a “dos grados, a un grado” debido al frío de Cherán.
El Cine como Práctica y Expresión
El director compartió un consejo para los jóvenes talentos que inician en el medio, especialmente en lugares con pocos realizadores: - Sacar cualquier cosa al inicio: Es necesario “sacar cualquier cosa” o cualquier forma de expresar algo, ya que es “práctica al final de cuentas”.
- Romper con el mito del prodigio: Los jóvenes deben quitarse la idea de que hay “prodigios en el cine” o que el primer proyecto tiene que ser el más interesante, pues eso solo genera miedo.
- Usar lo accesible: Ahora es más fácil hacer cosas, incluso utilizando la cámara de un celular para crear reels o tiktoks.
- Contar la propia historia: Lo más importante es “no dejar de querer contar algo”, aunque no sea un tema que llame la atención a los demás, pues es una forma de expresión.
Trayectoria en el Festival
El director confirmó que esta es su segunda participación en el Festival de Cine: - Hace dos años participó con su primer documental.
- “Niño no llora” es su primera ficción.
- Se siente muy emocionado de participar, aunque en la edición anterior no pudo aprovechar el Festival, ya que tuvo que regresar de madrugada a Guadalajara para ir a clases.
- Este año no está en la universidad y planea quedarse más días para asistir a las dos funciones de su corto y ver más películas.
- Personalmente, le “encanta mucho la sección de ficción mexicana” de cortometrajes.


