La convocatoria estaba desde días antes, de todas las partes, de todos los lugares, un sinnúmero de mujeres, madres, hijas, hermanas, primas y amigas se reunieron en la calzada de San Diego de la capital michoacana alrededor de las 4 de la tarde.
En el principio del contingente, las madres de mujeres víctimas de feminicidio, entre ellas la de Jessica González Villaseñor y los colectivos de búsqueda de desaparecidos.
Atrás, una lona que pedía al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no convertirse en un encubridor de mujeres.
Hasta el fondo, cientos de mujeres feministas levantaron sus carteles en contra de la violencia de género, en contra la desigualdad y, sobre todo, en contra del sistema patriarcal.
Cerca de las 4:30 de la tarde, arrancó la manifestación que llenó toda la vialidad. A paso cansado, entre consignas y pañuelos verdes, las mujeres con sus voces estridentes avanzaron por toda la avenida Madero hasta llegar a Palacio de Gobierno.
La marcha avanzaba de manera pacífica cuando un grupo de encapuchadas comenzó a rayar las paredes, dejando los rastros de su disgusto con aerosol. Poco después, en el Congreso del Estado el bloque radical sacó martillos y rompieron las ventanas del recinto legislativo.
Alrededor de las 5 de la tarde, arribó el contingente verde y morado, que se aglomeró en todo el primer cuadro de la ciudad, aunque el mismo círculo radical realizó destrozos a las ventanas de Palacio de Gobierno sin que hubiera presencia policial resguardando el sitio.
Después de más consignas, las organizadoras de la movilización llamaron a interpelar el poder institucional, desafiar el machismo familiar, deshacerse de las creencias como el amor romántico y el roll de las mujeres subyugadas.
“Hoy, toca interpelar el poder de cada institución que nos tiene sometidas, es hora de desafiar el machismo, hermana. El de los padres, el de las parejas, de poner en perspectiva cada relación de poder que nos subyuga. Hay que deshacernos de cada una de las creencias de la familia, del amor romántico”
Cristo González Villaseñor recordó a su hermana, Jessica víctima de feminicidio, con un llamado a que nunca se queden calladas ante la violencia ejercida en contra las mujeres.
“Desafortunadamente ella no pudo salir a gritar como el año pasado, en apoyo a las víctimas de feminicidio como lo gritó el año pasado, este año desafortunadamente no está con nosotros. Desafortunadamente el sistema machista en el que vivimos provoca que una de ustedes no esté, es por eso, por eso siempre griten, luchen y nunca se queden calladas”
La movilización feminista concluyó alrededor de las 6 de la tarde, hora en la que todas las mujeres comenzaron a dispersarse.