Morelia, Mich.- La alberca, Clavellina y Salatera, son localidades de Apatzingán en las que prácticamente toda la gente se fue dejando sus tierras; muchos no se fueron los mataron, expresó María del Carmen Cepeda Ontiveros, lideresa del Frente Francisco Villa y regidora de Morena en ese municipio de la Tierra Caliente, quién sostiene que el fenómeno del desplazamiento por violencia ha sido invisibilizado por autoridades municipales, estatales y federales.
“En Apatzingán la violencia se agudiza cuando un cartel perdió la hegemonía, sabíamos que iban a surgir nuevos grupos criminales”, lo que ha generado el desplazamiento de familias por la violencia, señaló, al referir que su organización que antes se dedicaba solo a dar talleres y capacitar a los agricultores, ahora se ha convertido en un espacio seguro.
“Quien te diga que no hay desplazamiento en estos municipios te está diciendo mentiras, porque ahora mismo en las oficinas de esta organización tenemos desplazados por la violencia. Nosotros no albergamos a todo mundo que es desplazado porque no tendríamos capacidad para eso, albergamos a la gente que conocemos, la que pertenece a los Pancho Villa, a la gente que ha estado con nosotros en el Movimiento, y que de la noche a la mañana lo pierden todo y que no tienen a dónde más ir”, precisó.
Aunque no logran atender a todos los desplazados por violencia, en lo que va del 2024 la organización Francisco Villa ha dado albergue al menos a 100 personas, que han sido desplazadas por la violencia, refiere la regidora morenista.
Las historias que llegan a este albergue se ejemplifican en casos como el de la joven de 16 años que fue abusada y torturada en Apatzingán. La chica estudiaba el bachillerato, fue secuestrada por unas horas, luego de que a un líder criminal le atrajo.
Su mamá, que por temor a las represalias mantiene el anonimato, recuerda cómo su niña tuvo que huir a Estados Unidos por el miedo a ser asesinada.
“Nunca entendí porque la secuestraron, no me he metido en ningún grupo, cuando estaba en Bachilleres fue a un ciber a imprimir unas tareas que tenía que entregar al otro día, a 100 metros una camioneta blanca se atravesó por medio camellón y la agarraron por la espalda”, señaló, al recordar que salvó la vida, pero los criminales habían comprado gasolina incluso para quemarla.
Otro de los jóvenes que también decidió irse de su lugar de origen, reveló como incluso tomó un curso del líder criminal Nazario Moreno alias “El Chayo”; su destino asegura, era quedarse para formar parte de las filas del crimen organizado, sin embargo, optó por retirarse en el 2012, Y aunque iba de manera intermitente a su comunidad, finalmente en el 2018 decidió ya no regresar más.
La localidad a donde pertenece estaba ubicada a 43 kilómetros de Apatzingán, y había 15 familias, sin embargo, a partir del 2012 quedaron solo tres que fueron desplazadas por la incursión de los grupos autodefensa, quienes fueron más violentos, asegura, que los integrantes del crimen organizado.
“Ellos daban por hecho que si mi comunidad nada más había 10 o de 15 familias daban por hecho que yo ya pertenecía o que estaba de acuerdo con el Cartel de los Templarios, eso les daba certeza de asegurar que todos estábamos coludidos y como iban protegidos y apoyados por el gobierno ellos podían disponer y hacer lo que quisieran sin que nadie les dijera nada”, expuso.
A diferencia de este joven, el hombre de 53 años optó por dejar Holanda, una localidad que en los últimos meses ha vivido la violencia que recrudeció, ante la impotencia de que las autoridades no hagan nada, por su libertad y su tranquilidad, aunque atrás dejó bienes.
“El gobierno no hace nada, no se mete a las comunidades para que uno pueda trabajar y salir al corte del limón, no hay mucho trabajo allá, cada día está. Ya no vive uno agusto y tranquilo en una comunidad donde se dan levantamientos”, mencionó.
Aunque la regidora de Morena refiere que son 10 localidades más afectadas con el desplazamiento de las familias y que prácticamente ya no tienen habitantes, serían cerca de 30 comunidades las que se están viendo azoladas por el fenómeno de la violencia y los enfrentamientos constantes. Así como los “dronazos” que constantemente lastiman a la población.
A decirte de la regidora, ninguna autoridad hace nada, pero además los invisibiliza; asegura que no se trata de una guerrilla sino del crimen organizado que no solamente hace que familia huyan de sus lugares de origen, sino también que recluten en sus filas a menores de edad que no saben ni usar un arma.
