Este 12 de diciembre, miles de fieles se dieron cita en el Santuario Guadalupano de San Diego, en Morelia, para agradecer a la Virgen de Guadalupe por un año más de vida y cumplir las peticiones realizadas a lo largo del año.
Dentro del templo, los asistentes ingresaban en constante flujo por los caminos laterales, mientras otro pasillo estaba destinado para quienes avanzaban de rodillas hasta llegar al altar, donde se encuentra un cuadro con la imagen de la Virgen Morena, ante el cual elevaban una oración.

Entre los testimonios de fe, Ramón Cervantes Cuevas, originario de Copándaro, compartió que su visita no responde a una manda, sino al agradecimiento por la vida tras sobrevivir a dos derrames cerebrales.
“Es lo máximo, nuestra reina, la madre de los mexicanos. Mire, yo no hago mandas, más vale no prometer que prometer y no cumplir. Yo vengo porque me nace. Sufrí un derrame cerebral doble y mis compañeros con los que grababa se murieron y afortunadamente aquí estoy”, expresó.

Por su parte, Edgar Velázquez García relató que su vestimenta de Juan Diego y su visita está ligada al nacimiento con bien de su hija.
“Soy devoto de la Virgen y lo prometí por mi niña recién nacida. El venir vestido así y traerlas a ellas también. Venimos de Morelia y aquí comenzamos de la entrada. Entraremos, daremos gracias y nos vamos”.

Asimismo, Diana Ramírez Salinas narró que recorrió la Calzada de San Diego descalza y llegó al templo de rodillas, cargando a su hija en brazos, como muestra de gratitud.
“Comencé de aquí de la Calzada de San Diego descalza y de aquí al templo pues me voy de rodillas en brazos con mi niña. Mi niña estuvo un tiempo en el hospital, entonces pedí que me la sacara con bien y venimos a pagarlo”.

La celebración guadalupana en Morelia se convirtió en un mosaico de fe, gratitud y esperanza, donde cada historia reflejó la profunda devoción de los michoacanos hacia la Virgen del Tepeyac.


