El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, no sostendrá diálogo con el magisterio Democrático, debido a la molestia que le han generado las movilizaciones efectuadas, así lo señaló el secretario general de la sección XVlll de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Gamaliel Guzmán Cruz.
Como se informó, el pasado viernes, el líder sindical tuvo un encuentro con el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, para solicitarle una mesa de diálogo con el gobernador de Michoacán, sin embargo no tuvo una respuesta favorable, debido a las protestas que han realizado, por lo que se les pidió mantener el acercamiento con funcionarios estatales.
“No hay voluntad por parte del gobierno del estado para sentarnos a platicar con él, al menos es lo que nos dice el secretario de gobierno Torres Piña, que por lo pronto no se va a sentar con nosotros, al parecer está molesto porque nos estamos manifestando, pero no tenemos otro camino, ya hemos intentado por todas las formas posibles, por documento, a través de personas que están cercanas a él para solicitarle una reunión y lamentablemente no hemos ni siquiera tenido una respuesta favorable.”
Guzmán Cruz, informó qué hay una mesa de seguimiento programada para este miércoles 1 de junio en la Ciudad de México, con autoridades del gobierno federal y estatal.
Además, advirtió que ante la falta de respuesta, las movilizaciones continuarán en la Ciudad de México y en el estado.
“Vamos a seguir movilizándonos ellos están insistiendo que debemos de dejar de accionar políticamente hablando es decir de manifestemos en la calle, cosa que no podemos detener porque ya hay mucha molestia por parte de los compañeros, las actividades van a ser en la Ciudad de México y en el estado. Apenas se va a decidir, el día de mañana tendremos reunión de la representación y de entrada lo que sigue ahorita es el plantón, en Ciudad de México y la posibilidad de un paro de labores si esto no tiene alguna solución a corto plazo de manera inmediata”
Los integrantes de la CNTE exigen el pago de salarios pendientes y la solución a las problemática con trámites de carácter administrativo que ponen en riesgo la estabilidad laboral de los docentes, así como la exigencia de la salida de los funcionarios que llegaron a la Secretaría de Educación como pago de una factura político- electoral.
