Morelia, Mich. – Los campesinos, que antes trabajaban sus parcelas de manera rutinaria, ahora temen caminar por sus tierras o incluso en los caminos, debido a la constante amenaza de explosivos y minas escondidas, afirmó, el jefe de Tenencia de La Ruana, municipio de Buenavista, Guadalupe Mora Chávez.
Al referirse a la muerte de dos campesinos en el municipio de Buenavista en una cosecha de limón, dijo que Tierra Caliente es una de las regiones más afectadas por la violencia en Michoacán, que atraviesa un periodo de creciente inseguridad.
Agregó que recientemente, dos personas perdieron la vida al hacer contacto con una mina en el municipio de Buenavista, lo que refleja la gravedad de la situación que padecen los habitantes, pero además mencionó que la presencia de minas y explosivos ha cobrado la vida de varias personas, incluidos militares.
“Estamos rodeados de minas, drones que lanzan explosivos y no sabemos qué hacer”, comentó ante la falta de respuesta efectiva por parte del gobierno federal y estatal, lo cual subrayó ha sido una constante en la región, dejando a los pobladores a merced de los grupos criminales que operan libremente.
Añadió que esta situación se agrava con la extorsión que sufren los agricultores, quienes no solo enfrentan la amenaza de las minas, sino también la presión constante de los sicarios que patrullan las huertas. “No pueden ni cortar el limón de sus huertas, son corridos por los sicarios”, detalló Lupe Mora, quien también mencionó que, a pesar de la presencia de las autoridades, el problema sigue sin resolverse.
Asimismo, cuestionó que la actual presidenta municipal de Buenavista ha dejado el control real del municipio a su esposo, quien tiene bajo su mando a la policía local. “El gobierno está en manos de él, no de ella”, expresó.
Refirió que esta situación se refleja también en el éxodo de los habitantes de la región. “Cada semana, al menos 15 o 20 familias me piden una carta para el asilo en Estados Unidos”, afirmó, al sostener que los habitantes, temerosos de las balaceras y las amenazas de los criminales, se ven obligados a abandonar sus hogares en busca de un futuro más seguro.