Michoacán se encuentra en quiebra técnica, con un boquete financiero de prácticamente 50 mil millones de pesos, señaló el gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, quien informó que a la deuda bancaria se suma el déficit de 13 mil millones de pesos y la deuda con terceros institucionales, que suma 4 mil 800 mdp al ISSTE y 1 mil 580 al IMSS, entre otros.
Precisó que pese a las dificultades para la entrega-recepción han logrado comenzar a tener claridad sobre la problemática que enfrentarán.
En conferencia de prensa, precisó que ante esta problemática tendrán que poner fin al derroche de recursos, por lo que desaparecerán los asesores de todas las dependencias, incluida la del gobernador; al señalar que “se acabó el puestito para el compadre, para la amiga, para el amigo (…), se acabó la práctica de zángano político”.
Aseguró que tampoco habrá personal para relaciones públicas, o trabajadores eventuales o de honorarios, salvo los que necesitan para atender el tema del COVID o los normalistas que están en espera de una plaza.
Ramírez Bedolla, precisó que “el Vox Populi” comenta que los integrantes de la clase política que encabeza el gobernador Silvano Aureoles se hicieron millonarios durante su gestión, por lo que investigarán si hubo enriquecimiento ilícito, al advertir que no habrá negociación, perdón u olvido.
Precisó que entre otras medidas de ahorro, se contempla la fusión de 4 áreas: el Centro de Convenciones y Exposiciones, el Recinto ferial, la Compañía Inmobiliaria y Fomento Turístico de Michoacán.