El gobernador Silvano Aureoles Conejo, aseguró al presidente Andrés Manuel López Obrador que su administración está lista para “apretar el paso” y resolver los problemas de inseguridad, salud y educación que arrastra Michoacán de gobiernos anteriores.
Durante la gira del Ejecutivo a la Administración Portuaria Integral de Michoacán y en presencia de Lázaro Cárdenas Batel, ex gobernador del estado y actual coordinador de asesores del Ejecutivo Federal, quien formó parte del presídium, se refirió a las dificultades que ha enfrentado para poner en pie al estado.
“Levantar a Michoacán y ponerlo de pie ha costado mucho trabajo por la situación crítica que atravesó el estado hace algunos años y que a mí me tocó hace 5 años, empezar a recomponer algunas cosas que en la etapa más crítica, 12, 13, 14, 15 vivió Michoacán, buscando por todos los medios, buscando inversión y con mucho trabajo”.
Precisó que en la Costa y la Sierra han construido gran cantidad de infraestructura para la seguridad pública, de tal manera que ha disminuido el robo de vehículos (29%), robo a transporte (26%) y a casa habitación (32%), sin embargo, reconoció el pendiente en homicidio doloso.
“No todo es buena noticia, el problema de los homicidios que aumentó 12%, aunque era impensable hace unos 5 años que lográsemos la tranquilidad con que hoy tiene la región, el municipio y el puerto de Lázaro Cárdenas. Esta región tiene fronteras con Guerrero, Colima y Jalisco, por lo que mucho de la violencia y la inseguridad se mueve por las células delincuencias que operan en estos estados”.
Aureoles Conejo, aseguró que la presencia de la Secretaría de la Marina como responsable de la coordinación, operación y seguridad del recinto portuario, “es garantía de no volver al pasado, cuando grupos delincuenciales se apoderaron del puerto y lo convirtieron en la principal plataforma de operación de sus actividades ilícitas”
Señaló que Michoacán también requiere el apoyo de su gobierno para concluir el hospital regional de Lázaro Cárdenas, al precisar que se invirtieron alrededor de 100 millones de pesos, por lo que quedaron únicamente cimientos y la obra quedó tirada hace cerca de 10 años.