¿Por qué Michoacán no reporta los casos de sarampión?
En materia de salud en estos momentos los reflectores están enfocados en el Covid-19 y la pandemia que por éste ha sacudido al mundo, sin embargo, en el caso de México existe otro virus que, acomodado tras bambalinas, avanza paso a paso acrecentando el número de casos en el país, y que empieza a marcar distancia de aquél anuncio hecho en 2016 por la Organización Panamericana de la Salud declarando a América Latina como la primera región del mundo libre de este mal. Hablamos del sarampión.
Hasta el pasado viernes tres de abril, la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal, tenía el registro de 117 casos de sarampión en todo el territorio nacional durante este 2020, lo que implica un promedio de 1.2 casos al día.
El reporte abarca un caso en Campeche, once en el Estado de México y 105 en la Ciudad de México. Sobre Michoacán no se consigna ni un solo caso pese a que las autoridades estatales han reconocido uno en Morelia y otro en Lázaro Cárdenas.
La información sobre los casos en Michoacán no se está reportando al sistema nacional, y con ello, no es difícil suponer que la situación pueda estarse replicando en otros estados de la República, afectando así una valoración exacta de la situación que priva en el país. Lo anterior sin contar los casos no reconocidos y que permanecen como la cifra negra que autoridades optan por no asumir.
En Michoacán, el foco de atención sobre el sarampión se generó hace poco más de dos semanas, cuando la prensa local dio a conocer un oficio del área de Epidemiología de la Unidad de Medicina Familiar número 80 del IMSS, fechado el 17 de marzo, y en donde “se ratifica brote de sarampión/rubeola en guardería por la presencia de un caso confirmado en la sala de lactantes A en Guardería 001 Morelia”, y se realizan un total de 14 recomendaciones a aplicar en el centro infantil.
Fue en la guardería donde se detectó el caso, e incluso personal del centro reportó otros tres menores contagiados, es decir, un total de cuatro niños afectados.
Sin embargo las autoridades del IMSS en Michoacán negaron tal versión, e incluso –contradiciendo su propio reporte del área de Epidemiología- rechazaron que el menor infectado hubiera asistido al centro infantil; argumentaron que “el nueve de marzo acudió sólo la mamá a la guardería por hoja de valoración y el diez le tomaron la muestra, misma que arrojó sospecha el día 17 de marzo”.
A los trabajadores de la Guardería se les informó de los otros tres casos, que dos de ellos lo que tenían eran piquetes de chinche, y otro más de mosquito.
En ese contexto la pregunta de por qué aumentan los casos de sarampión en nuestro país, es natural.
La titular de la Secretaría de Salud del Estado, Diana Carpio Ríos, a mediados de marzo pasado, en una rueda de prensa prodigó a reporteros una amplia explicación al respecto: “No ha dejado de haber; sí hubo un momento en que declaramos el último caso de sarampión y el proyecto de la OMS era eliminar el sarampión en Las Américas, pero no se puede eliminar una enfermedad que sigue circulando en el mundo…”, “…entonces el movimiento poblacional sigue siendo un factor muy relevante, somos muchas personas en el mundo y el movimiento y la facilidad con la que te trasladas hoy de un país a otro es algo que ha incrementado de manera exponencial”.
Más allá de la explicación de la funcionaria, existen otras razones que esgrime personal del Sector Salud en Michoacán, y que tiene que ver con el incumplimiento que registra nuestro estado en la cobertura del Programa de Vacunación Universal y las Semanas Nacionales de Salud.
Aunque Carpio Ríos reconoció en la referida rueda de prensa, que en 2019 hubo coberturas irregulares por la falta de vacuna en SRP (sarampión-rubeola y parotiditis), no abundó en el porqué.
Una de las razones de acuerdo con personal del sector, obedece a que la federación dejó de suministrar el insumo debido a que Michoacán ha incumplido para lograr la certificación de su Almacén Central, es decir, no tiene lugar legalmente validado en donde hacer el resguardo debido de las vacunas.
Este año la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) emplazó a la Secretaría de Salud del Estado a regularizar la situación del almacén que fue construido desde tiempos del gobierno de Leonel Godoy y que carecía de los refrigeradores para almacenar el medicamento. De entonces a la fecha no fue prioridad de ninguna administración atender el asunto.
A partir del emplazamiento de la Cofepris, las autoridades estatales se verían obligadas a actuar, por lo que en la segunda mitad de marzo las visitas a la ciudad de México para atender el tema fueron obligadas.
La insuficiencia de vacunas en el Gobierno Estatal ha hecho que IMSS e ISSSTE tengan que “prestar” vacunas al Michoacán que, en 2019 se quedó muy lejos de cumplir la meta del 95 por ciento de cobertura de vacunación en SRP, con apenas un 40 por ciento.
Las inconsistencias en el manejo de la información sobre los casos registrados de sarampión en Michoacán, así como en la cobertura para la aplicación de vacunas SRP, sumado a la falta de regularidad legal en la infraestructura existente, evidencian el alcance de las capacidades de nuestro sistema de salud.
Es así como mientras en México enfocamos la mirada en la crisis sanitaria por el Covid-19, el sarampión allana camino ante la falta de una acción efectiva de las autoridades para contrarrestar su presencia.