En su primera visita a Michoacán como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo no hizo ningún compromiso público con el estado, no se refirió a alguna obra de infraestructura o algún proyecto específico ante funcionarios y ciudadanos reunidos en la Cancha de Béisbol del municipio de Álvaro Obregón, a unos metros del centro.
La mandataria recordó que como estudiante de física visitó la Meseta Purépecha, por lo que manifestó tener “cariño especial” y en respuesta a las muestras de afecto de algunos asistentes dijo “amar” al estado, pero no hizo una promesa.
“Tengo, además, como decía Alfredo, un cariño especial por Michoacán porque yo estudié física en la Facultad de Ciencias de la UNAM y cuando joven, cuando estaba estudiando con algunos compañeros y compañeras, decidimos que estaba bien la teoría de la física, pero que nosotros queríamos aplicarla.”
Sin embargo, los reclamos y gritos de trabajadores del campo, algunos de edad avanzada durante el acto público, obligaron a una respuesta de la presidenta de México.
Desesperados por la falta de atención, los campesinos manifestaron su inconformidad por la falta de respuesta gubernamental, hasta que Sheinbaum Pardo comprometió que el propio gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y el secretario federal de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, los atenderán en dos semanas.
“Y si me lo permiten, también, aquí con el presidente municipal, que vengan con Alfredo, con el secretario de SADER, y se siente con ustedes para que les platique de otros programas. (…) Ya va a venir. Julio se llama el secretario y va a venir con ustedes. Vamos a hacerlo en dos semanas, si quieren; yo le comento y en dos semanas está aquí con ustedes para poder apoyar al campo de Michoacán.”
Al término del evento, los campesinos se manifestaron desesperados ante los medios de comunicación, aseguraron que son quienes producen “el mejor grano” y no hay un precio justo, ni apoyo gubernamental para lograrlo.
Desde Puruándiro, Jorge Ávalos López denunció que el precio del grano ha ido a la baja, sin que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla los atienda.
“El gobernador no nos escucha, hemos venido dos veces y no nos escucha no se quiere presentar para decirnos se puede o no se puede, que el presidente le ponga un orden al gobernador, que nos reciba a los productores del Bajío, me dan ganas de llorar, sino fuera por los paisanos andaríamos todos parchados, yo ando de puro dado, señor escúchanos, presidenta pon en su lugar al gobernador ya atienda a los productores”.
El comisariado Ejidal de Manuel Villalongín, Héctor Rodríguez explicó que los altos insumos para sembrar que ascienden a 60 mil pesos por hectárea son insostenibles para los campesinos, ya que se paga el kilógramo de maíz a $5.40.
Señaló que la actividad agrícola no les permite ni siquiera mantener a su familia, por lo que confiaron en que el compromiso de la presidenta sea real.